sábado, 28 de febrero de 2015

Los tópicos del entrenamiento en fútbol


1. Se corre menos en la segunda parte que en la primera.

Resultado de imagen de gol ultimo segundo

Es muy común oír esta reflexión cuando se trata de fútbol. De forma subjetiva el espectador percibe que los jugadores están corriendo menos, están cansados , y por tanto esto hace que estén jugando peor, no lleguen balones, pierdan los duelos individuales... etc. Sin embargo, si bien es cierto que si se somete a estudio, las distancias recorridas en la segunda parte disminuyen con respecto a la primera, esto tiene que ver más con el tiempo efectivo de juego, es decir, el tiempo de juego real, que con aspectos de condición física.

Para demostrarlo nos apoyamos en el estudio realizado por Rey, Casais, Lago y Lago. Estos autores determinaron que el tiempo efectivo de juego en un partido oscila en torno a los 54 minutos, siendo significativamente mayor en la primera parte con respecto a la segunda. Por lo tanto es lógico que las distancias totales recorridas sean mayores en la primera parte, ya que se ha jugado más tiempo. Sin embargo si se dividía el partido en franjas de 15 minutos, y se analizaba el tiempo efectivo de juego y la distancia recorrida en dichas franjas por parte de los jugadores, se vio como no había diferencias significativas entre las distancias recorridas en la primera o en la segunda parte. De hecho, entre el minuto 75 y 90 era cuando más distancia se cubría con respecto a las demás, ya que era también cuando más tiempo efectivo de juego había.

Relación entre las distancias recorridas y el tiempo efectivo de juego en fútbol


2. Hemos perdido porque el equipo está mal físicamente.

Es muy habitual que, si el equipo gana, la percepción subjetiva desde fuera sea que físicamente se "ha dado la talla", sin embargo, si a la semana siguiente se pierde, aunque no haya existido tiempo suficiente para producir cambios en la condición física del equipo, se piensa que físicamente el equipo ha estado mal.

Como vemos, el resultado final de un partido altera la percepción del espectador acerca del rendimiento físico del equipo. Pero si bien es cierto que hay una alta variabilidad entre partidos en las distancias recorridas a alta velocidad, se ha demostrado que dicho rendimiento depende más de variables contextuales que de la condición física de los futbolsitas. En concreto, la localización del partido (local o visitante) y la situación del marcador han sido definidas como las más influyentes:


         1.- Localización del partido: Cuando los equipos juegan en casa, recorren una mayor distancia a baja intensidad (menos de 14,1 km/h). Además, cuanto mayor es el nivel del rival, más aumenta la distancia recorrida a baja intensidad.


        2.- Situación del marcador: Los futbolistas recorren un 25% menos de distancia a alta intensidad (más de 19,1 km/h) cuando van ganando. Esto hace pensar que el despliegue físico del equipo depende más de si está obligado a llevar la iniciativa para reducir la desventaja. En otras palabra, cuando los equipos van perdiendo corre más y a más intensidad ya que se encuentran en situación de iniciativa.



3. La necesidad de realizar rotaciónes


El fútbol se considera un deporte con alta densidad competitiva, estableciéndose que, en ligas profesionales, se juega un partido cada 4,3 días. De esta forma, se suele asumir que en periodos con un calendario cargado de dos partidos por semana, los equipos deben realizar rotaciones, ya que la acumulación de partidos puede influir en la forma física de los jugadores.

Diversas investigaciones se han centrado en ver como afectan a los equipos dichos periodos, no encontrándose diferencias significativas en el rendimiento físico de los jugadores entre periodos competitivos cargados y no cargados. Sin embargo, si que se ha determinado que el riesgo de lesión aumenta significativamente en periodos cargados de partidos, por lo que en este contexto se antoja vital el establecer estrategias adecuadas de recuperación.


4. El equipo ha corrido poco en el partido porque entrenó demasiado esa semana

Otra reflexión muy común dentro del entrenamiento, es que si se se somete al equipo a sesiones de entrenamiento demasiado exigentes, se fatiga a los jugadores y estos no van a poder responder a las demandas de la competición.

Hay estudios que han hallado correlaciones significativas entre una alta percepción del esfuerzo por parte de los jugadores con respecto a las sesiones de entrenamiento y una mayor distancia recorrida a alta intensidad en el partido inmediatamente posterior. Esto indica que establecer sesiones intensas tanto física como psicológicamente no resulta perjudicial para la competición. 



5. Los equipos que son mejores corren más

A menudo, al hablar de los equipos que se encuentran en la parte alta de la clasificación, no sólo se asocia esa superioridad a que son mejores en el aspecto técnico-táctico, sino a que también son físicamente superiores.

No obstante, se ha demostrado que las cargas soportadas, tanto en entrenamientos como en partidos, son significativamente superiores en equipos de menor nivel competitivo, especialmente en los indicadores de intensidad del esfuerzo. Esto indica que los equipos inferiores deben realizar un mayor esfuerzo físico, lo cual puede deberse a que deben compensar en cierta medida sus deficiencias técnico-tácticas.


6. Si mi equipo tiene más posesión, tengo más opciones de ganar el partido.

Si vemos cualquier retransmisión televisiva de un partido de fútbol, observamos como recurrentemente se muestra al espectador la estadística de posesión de balón de ambos equipos. Este es un dato muy comentado en la actualidad ya que, de forma general, se asume que el equipo que cuenta con una mayor posesión tiene más opciones de ganar el partido. 

Sin embargo, si bien es cierto que disponer de mayor posesión de balón hace que se den un mayor número de situaciones de ataque y finalización y que por tanto se pueda vincular al éxito, solo se ha encontrado una correlación del 31% entre la posesión de balón y los puntos ganados al final de temporada. Del mismo modo, se ha visto que la estadística que mayor relación tiene con la victoria final no es la posesión, sino la relación entre tiros totales y tiros a puerta, estableciéndose que unos buenos índices de rendimiento son efectuar en torno a quince tiros, de los cuales un 40% deberían ir a puerta.


También hay que tener en cuenta la paradoja que dice que cuando un equipo tiene la posesión de balón dispone de un mayor número de situaciones de finalización pero cuando no la tiene no sucede lo mismo de manera inversa. Es decir, cuando los equipos no tienen el balón no son atacados de la misma medida que atacan ellos cuando si la tienen. Al no encontrar una explicación estadística a este fenómeno, se ha establecido que la estrategia seguida por el equipo ante las diversas situaciones que se dan en el partido, puede enmascarar los efectos que realmente tiene la posesión sobre el resultado final.

Las variables contextuales podrán afectar al rendimiento de los equipos, ya que estos muestran comportamientos diferentes al jugar en casa o fuera. Se puede intuir por tanto que en el resultado final influyen más aspectos como el sistema o jugadas de estrategia utilizadas, que el hecho por si mismo de tener una mayor posesión.


Bibiliografía de apoyo

Fuente original: Mundo Entrenamiento

Calahorro, F. La percpeción subjetiva del esfuerzo como herramienta válida para la motorización de la intensidad del esfuerzo en competición de jóvenes deportistas.

Casamichana D. Típicos tópicos de la preparación física en el fútbol


sábado, 14 de febrero de 2015

Rendimiento deportivo= (Masa grasa vs. masa magra)

Atleta maratónLa clave del éxito deportivo, cada día más, está relacionado con la relación peso corporal y masa grasa. 

La relación existente entre peso y rendimiento es decisiva no sólo a la hora de competir sino más bien a la hora de entrenar.

La relación entre masa grasa y masa magra del deportista va a ser determinante dependiendo del tipo de deporte o entrenamiento que se realice. Un deportista de esquí de fondo, de ciclismo de ruta o un maratoniano debe minimizar el peso corporal para lograr mayor eficiencia energética,  por otro lado, los deportistas de disciplinas de contacto (Judo, boxeo, sumo...) buscan lo contrario. 

La antropometría, por tanto, juega un papel decisivo pues aunque la forma, el tamaño y la composición corporal es algo que viene determinado genéticamente, la composición corporal puede modificarse mediante la nutrición y el ejercicio físico, mientras que la forma y el tamaño pueden verse alterados. 

La forma o complexión corporal hace referencia a la morfología y se evalúa generalmente basándonos en tres componentes: muscularidad, linealidad y adiposidad. El tamaño corporal se refiere a la estatura y a la masa corporal. Por último, la composición corporal nos da información acerca de la composición química del cuerpo. 

A la hora de optimizar el rendimiento deportivo, algo en lo que el deportista debe fijarse es en el valor de masa magra, evitando centrarse en el tamaño o peso corporal de forma más global. Una mayor o menor cantidad de masa magra va a depender de la disciplina deportiva. Para deportes que demanden fuerza, potencia y resistencia muscular, un incremento de la masa magra va a ser muy importante. Mientras que en el caso de deportes de resistencia por ejemplo, este incremento de la masa magra va a suponer un lastre en el rendimiento.



Masa grasa

La grasa corporal es un factor clave en el rendimiento deportivo, un porcentaje excesivo de masa grasa suele ser casi siempre perjudicial. Diversos estudios demuestran que cuanto mayor es el porcentaje de grasa corporal más empeora el rendimiento, refiriéndose a actividades en el que el peso corporal debe desplazarse a través del espacio (pruebas que requieran velocidad, resistencia, equilibrio, agilidad y capacidad de salto). 

Si comparamos los valores de grasa corporal entre hombre y mujeres, observamos como las deportistas tienen un mayor porcentaje de grasa. Esta cuestión se cree que es una de las principales causas de las diferencias en el rendimiento entre corredores y corredoras de fondo.

La báscula "Tanita" como "electrodoméstico" imprescindible en un club deportivo o para un deportista.

la báscula " Tanita" es una báscula digital que usa la electroimpedancia para evaluar y cuantificar en cada consulta los diversos parámetros, imprescindibles para corregir, adaptar y personalizar un plan de entrenamiento y un plan nutricional adecuado a cada persona.

El objetivo principal se enfoca en mantener ó aumentar la masa muscular, promover la pérdida de grasa o mejorar el Índice de Tasa Metabólica.

Los electrodos retractables (junto al monitor) permiten calcular rápidamente la composición corporal con gran precisión; para ello el usuario se pone de pie sobre la báscula y tira de los electrodos manuales situados en esta mediante cabes retractables.

La Tanita mide la composición corporal enviando una señal de baja frecuencia y segura por todo el cuerpo, desde la base de la báscula. Esta señal circula libremente entre el líquido del tejido muscular pero se topa con la resistencia del tejido graso. Esta resistencia, denominada bioimpedancia, se mide con exactitud y sus resultados se contrastan en función del sexo, la altura y el peso de la persona para calcular de manera personalizada algunos parámetros.

La Tanita nos informa de: 
- Peso, expresado en kilogramos muestra el peso corporal total.
- Grasa corporal, porcentaje de grasa en el cuerpo.
- Masa muscular, porcentaje total de músculo que hay en el cuerpo.
- Masa ósea, el peso óseo o peso de los huesos del cuerpo.
- Grasa Visceral, Es un índice que valora del 1 al 12, la cantidad de este tipo de grasa, que son las que rodea los órganos vitales y en la zona del abdomen.
- Edad metabólica, indica en qué nivel de edad metabólica se encuentra el cuerpo del individuo, puede ser menor, igual o mayor a su edad real.
- DCI, (Ingestión diaria de calorías) Se trata de la cantidad de kilocalorías diarias necesarias para mantener funcionando el cuerpo del individuo.
- Agua corporal, porcentaje de agua en el cuerpo.
- BMI, (Índice de masa corporal) índice del peso de una persona en relación con su altura.



Estándares de peso

Desde hace tiempo, los deportistas de élite han tratado de representar las características físicas y fisiológicas ideales para alcanzar el éxito en un determinado deporte o actividad. Por lo tanto, estos individuos serían un modelo a seguir por los demás que quisieran alcanzar el más alto nivel de rendimiento deportivo. En esta idea de tratar de emular las características de los deportistas destacados en cada modalidad deportiva, en los últimos años se han prefijado estándares de peso en función de la modalidad deportiva. Su objetivo es conseguir que los deportistas alcancen el tamaño y la composición corporal óptima para el desempeño de su actividad. Pero esto no es algo que se deba tomar como referencia. Por ejemplo, si un individuo tiene un determinado porcentaje de grasa y trata de reducirlo para alcanzar esos estándares, no siempre mejorará su nivel, siendo posible que se produzca una disminución de su rendimiento ya que su cuerpo no es capaz de rendir al modificar su composición corporal. Para estimar el peso óptimo, debemos basarnos siempre en las características individuales del deportista, tomando como referencia su composición corporal para a partir de ahí calcular el peso que debe alcanzar el individuo.

Atletas femeninas



Para llevar a cabo una pérdida de peso óptima, la combinación de dieta y ejercicio es lo ideal. No se debe perder más de 0,5 a 1 kg por semana, en el momento que nos acercamos a nuestro peso óptimo, la pérdida debe ser inferior a 0,5 kg por semana si no queremos que se reduzca en gran medida nuestra masa magra. Para lograr esto, el déficit calórico debe estar entre 200 y 500 kcal por día.

Fuente original del artículo
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