sábado, 30 de noviembre de 2013

La activación en el descanso.


De todos es sabido que hay pocos deportes que incluyan un nuevo calentamiento en el descanso, pero si vemos cualquier partido de basket, el calentamiento o activiación que se realiza entre el segundo y el tercer cuarto es casi de la misma índole de intensidad que posee el calentamiento general de inicio de partido. En otros deportes como balonmano, fútbol, rugby... esta activación prácticamente se reduce a unos saltitos, unas pequeñas progresiones y estiramientos mínimos y en muchos casos ni siquiera eso cuando se ve a los jugadores que entran al campo con un andar cansino. Y no sólo hablamos en el ámbito aficionado sino también en el profesional. Pero que nadie se olvide del movimiento de pies continuo de Rafa Nadal en la previa y momentos de pausa. (Activación física y mental grado máximo)

Hace ya bastantes años realizamos un estudio en la UD. Santovenia donde los jugadores de categoría juvenil realizaban una activación de cinco minutos basada en movilidad articular activa, progresiones y una puesta en marcha del sistema nervioso central para iniciar la segunda parte de manera más intensa. Los resultados en cuanto a calidad fueron muy interesantes pues la participación en el juego era mayor, las ocasiones aumentaban y el ritmo de juego era más intenso en los primeros diez minutos con respecto a partidos donde no se había realizado dicha activación, con los mismos rivales (aunque en la primera vuelta del campeonato). Se podría apostillar que el ritmo de la primera vuelta es muy diferente al de la segunda según el trabajo realizado tanto para bien como para mal, pero las diferencias fueron muy significativas al menos en el ámbito cualitativo de las prestaciones.

El tiempo de descanso entre la primera y la segunda parte, tradicionalmente ha sido utilizado por los entrenadores para ofrecer información táctica y motivacional a sus jugadores de cara a la segunda parte. Pero qué factores pueden influir y mejorar los  quince minutos del tiempo de descanso?? Como simple ejemplo, hoy en día se conoce que la temperatura muscular baja en este tiempo y el inicio de la segunda parte del partido tiene en sus diez minutos iniciales menores velocidades. Pero, ¿qué más puede realizarse durante este corto pero importante tiempo? ¿Qué se debe hacer durante el descanso? ¿Por qué?. Y sobre todo, cual es la mejor gestión de este tiempo para que el jugador no pierda el nivel de activación fisiológica y al mismo tiempo pueda rendir desde el inicio de la segunda parte.

Una de las premisas más importantes es que el jugador no pierda temperatura muscular para ello no está de más la utilización de toallas que cubran el cuerpo durante esa fase de pausa, del mismo modo la hidratación es decisiva junto con el aporte de glucógeno para recuperar parte del vaciado de los depósitos de éste. Ingerir plátanos, frutos secos o algún preparado con geles ricos en este componente puede ser vital para el mantenimiento del ritmo e intensidad en la reanudación. Si el descanso dispone de quince minutos,es recomendable utilizar entre 60 y 90 segundos (una mini vuelta a la calma) de silencio para bajar pulsaciones, relajar la mente y evitar que el deportista se altere por cuestiones que cree que no están funcionando, para ello el cuerpo técnico será el primero en mantener la calma y pedir tranquilidad. Probablemente con ocho minutos de charla motivacional o de búsqueda de soluciones sea suficiente pues la cabeza del deportista en ese momento no va a asimilar más información que supere diez minutos. Esos cinco minutos que restan es recomendable utilizarlos para el estiramiento muscular preventivo en el propio vestuario y posteriormente salir al campo donde el trabajo elástico-reactivo (saltos y movimientos balísticos) deberá ser continuo a baja intensidad pero sin bajar el ritmo. Ejercicios de skiping (alto y bajo a diferentes ritmos) en distancias no superiores a diez - quince metros nos ayudarán a la activación recomendada. Posteriormente llegará la fase para "despertar" el sistema nervioso central mediante ejercicios de reacción y salidas en velocidad que incluyan cambios de ritmo y dirección de recorrido corto.
La inclusión de ejercicios de choque (hombro con hombro, por ejemplo) previos a esas salidas en velocidad indicadas propiciarán que las acciones de todos los jugadores en los primeros minutos sean de índole relevante y de intensidad alta. El último minuto de esta activiación puede ser interesante un pequeño ejercicio de posesión por pares. Los estiramientos y ejercicios balísticos serán el punto culminante a estos cuatro-cinco minutos de activación.

viernes, 29 de noviembre de 2013

No todo es Messi, CR7, Gasol, Nadal o Alonso.

Espectacular presentación de Gimnasia deportiva. El deporte y la condición física humana a veces no se valora porque no vende...


jueves, 28 de noviembre de 2013

Deporte y genética. "Hijos deportistas a medida"

¿Tendrá la sonrisa del padre? o ¿la inteligencia de la madre?. ¿O bien será pelirrojo como el tío?. ¿Jugará tan bien al fútbol como el hermano?
Suele pensarse que los rasgos físicos y de la personalidad se transmiten de forma directa de padres a hijos, pero esto, ¿es así?. En realidad, ¿cuánto de lo que somos se hereda? A grandes rasgos, las personas tenemos la mitad de los genes del padre y la otra mitad de la madre. De esta manera, se pueden heredar desde parecidos físicos hasta enfermedades.

Los expertos en genética explican que cada una de las personas lleva en su información genética dos "variantes" para una misma característica o gen: una heredada del padre y otra, de la madre. Una de esas variantes se expresa físicamente y la otra queda oculta en los genes. Al tener un hijo, él portará también dos variantes, la de la madre y la del padre, es decir, que para cada rasgo físico tendrá cuatro formas posibles. El azar tiene ahí la última palabra.

Si estas premisas de genética las transportamos al mundo del deporte empiezan a surgir preguntas interesantes. A lo largo de la historia, la sociedad ha encontrado un sitio especial para los pocos que son más rápidos, más fuertes y físicamente mejor dotados. En la actualidad empieza a haber estudios lo suficientemente consistentes que indican que los genes pueden desempeñar un papel importante en la condición física de los deportistas de élite, a pesar de que aún es pronto para determinar si un único gen o grupo de genes puede determinar el potencial deportivo de un sujeto. La genética puede determinar también el riesgo de muerte súbita en el deportista. 

Sabemos que hay sujetos que están dotados para la velocidad y que por el contrario hay individuos dotados para la resistencia. Esto quiere decir que hay que buscar un factor genético a la hora de determinar y valorar a un individuo para un deporte concreto. 

¿Son heredables las características fisiológicas (fuerza, la velocidad, capacidad aeróbica, etc.) directamente relacionadas con el rendimiento deportivo? 
Es bien conocido que el fenotipo (conjunto de caracteres) de un individuo viene determinado no sólo por su genotipo (constitución genética), sino también por las condiciones ambientales en las que se ha desarrollado. Es por ello que el entrenamiento es fundamental para un buen rendimiento deportivo.  

El hecho de que el fenotipo de un individuo esté determinado por el genotipo y el ambiente plantea la cuestión del grado de influencia de cada uno de estos factores en las cualidades físicas y, más en particular, en el rendimiento deportivo. El índice de heredabilidad nos permite expresar la importancia relativa de la influencia genética en un fenotipo determinado. Así, por ejemplo, sabemos que la posibilidad de que un individuo sea muy rápido (característica fuerza muscular) está mucho más condicionada por los genes que ha recibido de sus padres que su rendimiento en carrera de larga duración (característica resistencia aeróbica).
Varios estudios de genética deportiva han resuelto que las madres transmiten mayor contenido de velocidad y fuerza que los padres mientras que estos últimos dan a sus vástagos mayor contenido correspondiente al apartado cardiorrespiratorio.

En resumen que de "madres velocistas, rápidas y fuertes" nacerán hijos más rápidos y fuertes (fuerza explosiva) y de "padres fondistas" nacerán hijos mucho más resistentes y con facilidad para deportes de media y larga duración.

Una mezcla explosiva sería un hijo de Gebresselassie e Isinbayeva. 

viernes, 22 de noviembre de 2013

Poplíteo, piramidal y psoas iliaco: eternos desconocidos.




Te duele en la parte de atrás de la rodilla, en el glúteo o en el abdomen y no sabes por qué? Quizá si conoces la existencia de tres músculos, para mucha gente desconocidos, como son el poplíteo, el piramidal y el psoas, entenderás el porqué de ese dolor.

El poplíteo es un músculo delgado y de forma triangular que se encuentra en la parte posterior de la rodilla. Su acción permite flexionar la rodilla y rotar la pierna. Es fácil sufrir contracturas u otro tipo de lesión en este músculo, especialmente los runners o futbolsitas. El estiramiento y la criogenia una vez terminada cualquier actividad física severa, será la mejor prevención de posibles lesiones. 

Uno de los problemas que acostumbra a tener un runner y/o un futbolista está en el músculo piramidal. El músculo piramidal es un músculo pequeño ubicado en la cadera y que lo utilizamos en la carrera (en la zancada, sobretodo en ritmos fuertes y elevados y en su impacto).

No está muy claro el origen del síndrome piramidal. Lo que sí notamos cuando sufrimos de ello es un dolor en el glúteo y que se puede extender a todo el muslo hasta la rodilla. Este dolor puede ser un simple hormigueo o un dolor más agudo y punzante. Mucha gente lo podría confundir con la ciática, cuando no es más que un dolor en el glúteo.

El acortamiento del psoas iliaco es uno de los grandes males del deportista y también del individuo sedentario habitual. Tanto si se pasa mucho tiempo sentado como si se realiza mucho deporte, no se debe descuidar el estiramiento de este músculo.

El psoas es un músculo que conecta nuestro tronco con el tren inferior y que va desde la zona abdominal hasta la zona delantera del muslo, llegando hasta el fémur.

No es un músculo fácilmente localizable a simple vista: forma parte de la musculatura profunda y sus funciones son muy importantes.

El psoas, junto con el glúteo, es el mayor responsable del movimiento de flexión de la cadera,es decir, de la elevación de las piernas hacia arriba, y también del movimiento de flexión del tronco.


La mejor prevención es el stretching, a continuación dejo una magnífica guía esencial para conocer todos los trucos de estiramiento tanto para prevenir lesiones como para calmar pequeñas sobrecargas.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

El entrenamiento invisible como factor de rendimiento en el deporte.

El significado de la palabra entrenamiento lo conocemos todos de sobra, pero lo que muchos desconocen es que existen diferentes formas de entrenar nuestro cuerpo.
El más conocido de todos es el entrenamiento activo, en el que entra en juego la actividad física en sí. Pero existe otra forma de entrenar que conocemos como entrenamiento invisible y en la que no realizamos actividad física como tal, sino que el entrenamiento lo llevamos a cabo de forma pasiva, a través de hábitos de conducta que nos llevan a un correcto desarrollo corporal.
El entrenamiento invisible es el conjunto de procesos de recuperación adicionales y las actividades no físicas que contribuyen a la mejora de resultados deportivos.

El entrenamiento no termina cuando acabamos de ejecutar nuestra sesión, sino que esa actividad física es simplemente una de las partes. Las condiciones previas con la que afrontamos un entrenamiento y la recuperación posterior al ejercicio físico, son partes de igual o mayor importancia. A mi entender el entrenamiento invisible es, al fin y al cabo una forma de vida, pues se extiende desde que termina una competición o entrenamiento hasta que comienza la posterior actividad física, hayan pasado las horas o días que sean. El entrenamiento invisible es todo aquello que hace el deportista mientras no está entrenando. Actitudes, hábitos, gestión del tiempo, nutrición, descanso… En resumen, es lo que toda la vida se ha denominado CUIDARSE. (pero con criterio)

Cuando terminamos la actividad física nuestro cuerpo sigue activo. En este momento el organismo necesita los suficientes nutrientes para recuperarse del esfuerzo y afrontar de nuevo una actividad física. Es por  lo que tenemos que poner especial cuidado en la alimentación.

El entrenamiento invisible no solamente se realiza con la alimentación, sino que la hidratación es importante para mantener las fibras musculares en perfectas condiciones. Tenemos que tener en cuenta que las células necesitan estar bien hidratadas, pues gran parte de ellas están formadas por agua que obtenemos a través de los líquidos que ingerimos, así como las sales minerales, necesarias para la perfecta recuperación. Gran cantidad de lesiones incomprensibles se producen debido simplemente a la falta de un par de vasos de agua en nuestro interior.

Los masajes y las actividades encaminadas a aliviar la tensión muscular son complementos para culminar el entrenamiento y maximizar los beneficios que éste va a tener en nuestro cuerpo. Cuando realizamos actividad física normalmente los músculos se tensan y se contraen. Una manera de que se relajen, y una buena forma de conseguirlo es con masaje, estiramientos, crioterapia, etc.

Pero el rey del entrenamiento invisible es el descanso. Es primordial que durmamos entorno a ocho horas diarias respetando siempre los horarios. De esta manera estaremos contribuyendo al descanso muscular y a su crecimiento, pues es durante el sueño cuando el organismo libera las hormonas del crecimiento.

No siempre entrenar más se traduce en mejores resultados. Respetar y favorecer la recuperación del organismo son las claves para un mejor rendimiento. Evitar hábitos nocivos, sobre todo, nada más terminar la práctica deportiva es una de las partes más decisivas de este concepto de entrenamiento invisible. Fumar o tomar alcohol en momentos posteriores al entrenamiento, cuando el organismo aun está ajustando el desgaste muscular y cardiorrespiratorio, es uno de los mayores perjuicios que se puede "regalar" al cuerpo de uno.

viernes, 15 de noviembre de 2013

La verdadera realidad de las agujetas. (Guía para andar por casa)



El otro día escuché una vez más el falso mito sobre las agujetas: "Se quitan con agua con azúcar". 
Y lo cierto es que es una creencia ya pasada de moda, y que no todo lo que decían las abuelas, aunque sabias de por sí, era cierto. Este es un mito muy habitual, pero que ya es hora de derribarlo.


CONCEPTO

El nombre de agujetas procede de la percepción que se tiene cuando las padecemos, ya que tenemos la sensación de que se nos están clavando agujas en el músculo. Además, hasta hace unos años se creía que se debían al ácido láctico que se libera normalmente durante el ejercicio y que al enfriarse el músculo tras el entrenamiento, se solidificaba y cristalizaba, haciendo que estos “cristales” se clavaran en las fibras musculares.
Dado que el ejercicio hacía disminuir el dolor, se entendía que el calor producido por el músculo hacía que los cristales se deshicieran. Sin embargo, hoy en día se sabe que esta teoría tan extendida es falsa ya que el ácido láctico no se cristaliza a temperatura corporal.

CAUSAS

En realidad, las agujetas están producidas por un sobreesfuerzo de la musculatura que provoca micro roturas fibrilares (en las células musculares), lo cual da lugar a una reacción inflamatoria en el músculo afectado. El dolor característico es producido por la rotura celular, de manera que los elementos del interior celular se vierten al exterior.
Entre estos elementos hay iones de calcio y de potasio que son muy irritantes y muy dolorosos, lo que pone en marcha un mecanismo de inflamación, que llega a su punto álgido entre las 24 y las 48 horas después la realización del esfuerzo.
Asimismo, el dolor que aparece atiende, según los expertos, a dos razones: que la fibra muscular es débil y no es capaz de sostener el nivel de ejercicio, o bien porque se realiza un trabajo muscular cuando se está desentrenado y la fibra no es capaz de soportarlo.
Las zonas más afectadas por este dolor son las uniones musculares y los tendones cerca de las articulaciones, puesto que es la zona musculotendinosa donde existen más fibras musculares débiles y más tensión. De esta forma, las agujetas acaban con las fibras débiles, y las que consiguen aguantar la presión se vuelven más fuertes.
Las agujetas, aunque muy molestas y dolorosas, son también beneficiosas para nuestro cuerpo puesto que se convierten en un estímulo para nuestro organismo ya que provocan la creación de nuevas fibras en el músculo que se ejercita

PREVENCIÓN

Las agujetas son parte de un proceso de adaptación muscular, por lo que lo único que se puede hacer para evitarlas es practicar ejercicio de forma progresiva. Muchos especialistas sugieren que la realización de ejercicios de calentamiento antes de lanzarse a la práctica de un deporte puede minimizar su aparición, pero lo cierto es que está teoría no está garantizada.

Por ello, si no se está en forma, hay que evitar que las primeras sesiones de entrenamiento sean muy intensas. En general, debemos evitar los aumentos bruscos de intensidad del ejercicio, tanto si se está en forma como si no. Y sobre todo cualquier tipo de esfuerzo muscular de tipo excéntrico.

Cuando un deportista baja su nivel de entrenamiento, muchas fibras musculares se atrofian, por lo que cuando comienza el entrenamiento las partes más débiles se rompen, se hace una selección de las mejores, como tenemos millones de fibras en cada músculo no hay problema.
De modo que para combatir las agujetas lo mejor es hacer justamente el ejercicio que las provocó (abdominales, estiramientos, etc.), de un modo gradual y sin hacer un sobreesfuerzo, sobre todo para las personas que lleven mucho tiempo inactivas.

Con respecto a la alimentación, los expertos señalan que tampoco parece tener una influencia clara en la aparición o no de agujetas el tipo de alimentos que se ingieran antes o después de practicar deporte.
Lo mismo ocurre con la conocidas “recetas caseras” como el bicarbonato o el agua con azúcar, dos remedios populares tan largamente usados para evitar o combatir las agujetas, que pueden, en el mejor de los casos ayudar a que quien las sufre se hidrate algo más, pero no para evitar los temidos pinchazos.

Sin embargo, os dejo aquí un enlace donde aparecen DOCE REMEDIOS CASEROS CONTRA LAS AGUJETAS, de los que destaca la aplicación de hielo (criogenia) así como la ingesta de vitamina C, mezclada con bromelina, o bien mezclar la bromelina con sodio y potasio (o sea, piña con zumo de kiwi y miel) otra opción que se puede ver dentro de estos doce remedios es la infusión de pimiento de cayena.

En el caso del frío, éste sí es un buen antídoto para bajar la inflamación y puesto que en las agujetas se produce este síntoma, a veces basta con echar agua fría, o bien sumergir la articulación o la zona debilitada en una palangana con agua y algo de hielo.

También son recomendables los ejercicios de estiramiento, que deben realizarse nada más terminar la práctica deportiva, ya que activan la circulación sanguínea por lo que la sangre que llega al grupo muscular mueve la que se encontraba “atascada” en el músculo y, además, barre los productos de desecho (entre los que se encuentra el lactato) producidos por la práctica de ejercicio.


CONCLUSIÓN

Concluyendo podríamos decir que las agujetas son aquellos dolores musculares de aparición tardía tras un entrenamiento (dos o tres días). El ejercicio que supera nuestro umbral de entrenamiento rompe las fibras musculares (microroturas) que provocan una inflamación del músculo y, por tanto, dolor. 
Existen varias teorías (desgarros musculares, roturas en el tejido conjuntivo o espasmos musculares), pero lo que parece más claro es que su dolor debe tratarse como una inflamación corriente, es decir, frío local yestiramientos estáticos. También es muy bueno la continuidad con el ejercicio físico, eso sí, más moderado, al día siguiente, con el objetivo de aumentar el flujo sanguíneo y aportar mayor cantidad de sangre a la zona "lesionada" para su mejor y más rápida recuperación. 


jueves, 14 de noviembre de 2013

¿¿Por qué no me "receta" deporte mi médico de cabecera??

La fiebre por la actividad física cada vez es mayor. Hoy día la población de mediana edad, al menos de mi ciudad, está inmersa en el mundo que yo llamo del Running&padel. Este incremento de la cultura física nos está dando un salto de calidad en lo que yo siempre llamo invertir en salud. La mejora y desarrollo del ámbito de la educación y la preparación física en las últimas dos décadas están siendo, hoy día, decisivas para que nuestra población sea cada vez más sana y más físicamente educada.

Sin embargo, a pesar de todo ello, resulta paradójico ver como la promoción o el fomento de la actividad física, no forma parte de la rutina de trabajo de muchos de los profesionales sanitarios.
María Plaza nos enumera diferentes estudios y trabajos muestran como dentro del colectivo sanitario, aquellos profesionales que son más activos en su vida diaria tienden a promover y a tener una mejor promoción de la actividad física en sus pacientes. Por el contrario, aquellos médicos que se consideran sedentarios, o que sus niveles de práctica de actividades física son mínimos, tienden a omitir dar recomendaciones en el desarrollo de las consultas.

Plaza Carmona nos sigue indicando que a la hora de analizar los factores que dificultan la promoción de la actividad física por parte de los médicos, nos encontramos con los siguientes:

1.- Falta de tiempo. Diversos estudios ponen de manifiesto como una de las principales causas por las que los médicos no optan por dar información sobre los beneficios derivados de la realización de actividades físicas, es la falta de tiempo en la consulta. La duración estimada para las consultas, pocas veces supera los 10 minutos por paciente.

2.- Falta de formación. Todos los profesionales del ámbito de la salud no se ven capacitados para hacer recomendaciones específicas tras diagnosticar una patología a un enfermo. En muchas ocasiones no están al día de los últimos datos sobre la actividad física o los tipos de ejercicios más idóneos según los últimos estudios; e incluso en muchas facultades de medicina no se cursa ninguna asignatura relacionada con el deporte y la salud.

3.- Poco interés por parte del paciente. Otro factor que destacan como negativo a la hora de fomentar el desarrollo de vida activo, es la falta de motivación por parte del paciente a la hora de hacerle recomendaciones sobre actividad física.

4.- Falta de protocolos. Es necesario el establecimiento de unos protocolos desarrollados por las políticas sanitarias, que pongan de manifiesto la importancia de la realización de actividad física, para mejorar la salud del individuo, a la vez que nos permita disminuir los costes sanitarios.

Es fundamental llevar a cabo un trabajo interdisciplinar en el que, profesionales de la actividad física y profesionales de la salud trabajen juntos por el fomento y puesta en práctica de la actividad física, ya que la realización de ejercicio físico es algo a lo que todo el mundo puede acceder, con independencia del estado de salud que se tenga.
En este sentido, es importante proponer a los responsables de la gestión sanitaria en nuestro país, que introduzcan en los centros de salud la figura del médico deportivo, con el fin de ofrecer un servicio especializado entre los pacientes que lo requieran, así como establecer líneas de colaboración entre los médicos de atención primaria y los profesionales de las ciencias del deporte.

Está mejorando con los años pero su evolución es demasiado lenta, lamentablemente. Sería suficiente con que recomendaran al paciente realizar una visita a un profesional del deporte para una mejora de la salud en general o derivarlo a un médico rehabilitador que le paute los ejercicios que más le conviene realizar por su dolencia, y este a su vez, también derivarlo a un profesional del deporte que pueda acompañar y enseñar al paciente a realizar los ejercicios de manera correcta siguiendo las pautas establecidas por el médico rehabilitador. 


En este sentido es muy recomendable ver cómo llevan a cabo la iniciativa en el American College of Sport Medicine americano (ACSM) con un sistema preparado para derivarte a una oferta de profesionales de la actividad física cualificados según sus standards, seleccionables de una serie de opciones que te presentan en función de la zona donde quieras realizar la actividad física (alrededor de domicilio o de centro de salud por ejemplo).

sábado, 9 de noviembre de 2013

Gimnasio, niños y adolescentes

Muchas son las leyendas urbanas por las cuales no se recomienda que un adolescente entrene en un gimnasio o, específicamente, no realice entrenamientos con sobrecarga. Entre otras, podemos escuchar algunas como "le frena el crecimiento", "les deforma el cuerpo", "los huesos no crecerán lo suficiente fuertes", etc, etc.

Lejos de esta realidad, muchas familias tienen dudas a la hora de dar permiso a sus hijos, ya que no existe una unidad de criterios por parte de los médicos y los profesionales del deporte a la hora de recomendar esta actividad.
A mi modesto entender, la primera pregunta que deberíamos hacernos es por qué un adolescente tiene que ir a un gimnasio. Y las respuestas naturales son: porque lo necesita como complemento para el deporte que realiza (rugby, hockey, fútbol, tenis), porque no le gusta hacer actividad física y el gimnasio es una alternativa, porque muchas niñas adolescentes quieren copiar lo que hacen las mayores, porque está de moda entre el grupo de amigos, etc.

Dejando claro que el entrenamiento con sobrecarga, correctamente dosificado y planificado, no deja secuelas negativas de ningún tipo en el cuerpo de un adolescente, considero que salvo en los casos de chicos que realizan deportes de alto rendimiento o chicos con serios problemas de sobrepeso, el gimnasio es la última alternativa a la cual las familias deberían recurrir a la hora de pensar en actividad física para sus hijos.

Desde los comienzos de la niñez hasta el final de la adolescencia los chicos pasan por una "etapa de oro" en la que debemos aprovechar al máximo para que nuestros hijos adquieran y desarrollen de manera eficiente un sinfín de capacidades o cualidades que luego les serán de mucha utilidad para el resto de sus vidas, logrando ser motrizmente inteligentes. El aprovechamiento de esta etapa es fundamental.

Lamentablemente en el gimnasio sólo realizamos actividades poco constructivistas, repetitivas, monoarticulares, utilizando en general un solo plano, sin complejidad coordinativa y profundamente ligadas a aspectos estéticos y de cambios estructurales de la masa muscular y no al desarrollo de las capacidades físicas coordinativas (sincronización, orientación, diferenciación, equilibrio, adaptación, ritmo, reacción). Todas estas capacidades, se incorporan en la niñez y adolescencia y nos acompañan el resto de nuestras vidas: si no aprovechamos este momento, con seguridad en la etapa adulta todo lo relacionado con el movimiento les costará mucho mas.

La mejor estrategia para que nuestros hijos aprendan todas estas capacidades es mediante la experiencia deportiva y la educación física: cuanto mayor experiencia, mayor adaptación y mayor conocimiento. Para resumirlo en un ejemplo: si un chicos durante toda su vida juega solamente al tenis, tendrá un desarrollo eficiente sobre las capacidades y la táctica de ese juego en particular, que específicamente en el caso del este deporte es muy completo; ahora, si un chico pudo jugar durante la etapa de oro al tenis, baloncesto, fútbol, atletismo, rugby y natación, seguramente tendrá su motricidad eficientemente desarrollada para botar una pelota y correr al mismo tiempo, para correr con una pelota entre sus pies, para calcular la distancia correcta para realizar un remate de tenis, para planificar la táctica de un ataque en el rugby, para regular la intensidad en deportes de resistencia como la natación y desarrollar un técnica eficiente para el salto en el atletismo, y todo esto es imposible desarrollarlo con pesos y mancuernas en una sala de musculación .

La niñez y la adolescencia se caracteriza por ser una etapa en la que el organismo no está todavía desarrollado, es el momento de nuestra vida en el que tienen lugar la mayoría de cambios, por lo que es importante que lo cuidemos al máximo tanto en la alimentación como a la hora de llevar a cabo cualquier tipo de actividad física, y es que el ejercicio es esencial para el correcto desarrollo humano, pero con algunas restricciones.

Lo que sucede con los niños y adolescentes que se apuntan a un gimnasio es que quieren imitar a los adultos, cuando realmente no lo son. Es cierto que las máquinas y los pesos pueden ser utilizados por muchos de ellos pero no es lo que más les conviene en ese momento, puesto que un exceso de ejercicio y una sobrecarga muscular puede afectar directamente en el desarrollo de los músculos y los huesos.

Es cierto que el ejercicio es esencial y fundamental a cualquier edad. En el caso de niños y adolescentes lo es mucho más, puesto que es el momento en el que se adquieren los hábitos que luego tendremos de por vida, y que nos ayudarán a tener una buena salud. Lo que es importante es saber la actividad más indicada para esta edad, puesto que las que se recomiendan son aquellas en las que el movimiento es alto y no sometemos a los músculos a un trabajo excesivo, ya que es necesario e imprescindible que las fibras se mantengan elásticas y no se endurezcan a causa del ejercicio.

Por este motivo es recomendable para estas personas que lleven a cabo actividades aeróbicas en las que se implica el movimiento y el trabajo suave de los músculos, que ayudará a definir la musculatura sin forzarla demasiado y correr el riesgo de lastimarse. Los ejercicios de musculación pueden realizarse, siempre y cuando estén supervisados por un monitor o una persona cualificada que indique lo que se debe hacer en cada momento. Además de esto no debemos olvidar que la intensidad debe ser menor que la de los adultos, puesto que simplemente lo que se debe conseguir es una ligera tonificación evitando eso sí, las posturas forzadas que puedan acarrear problemas futuros.

Ante todo es importante que tengamos esto en cuenta y que sepamos que niños y adolescentes no deben entrenar nunca igual que un adulto. 

Entonces, ¿cuándo es recomendable que los adolescentes cambien el deporte recreativo por las pesas? Mi recomendación es:

1- Si los jóvenes deportistas comienzan a realizar una actividad deportiva competitiva, la sala de musculación es recomendable como complemento. Para el total de la actividad semanal debemos poner mayor hincapié en el juego y en la táctica.

2- Si los niños tiene grandes problemas de sobrepeso, el gimnasio puede ser una buena alternativa para que el niño realice una actividad medida y planificada que le permita preparar su cuerpo para exigencias mayores. Es fundamental el asesoramiento y acompañamiento para evitar lesiones y sobrecarga en las articulaciones.

3- Si los pequeños y adolescentes no son seducidos por ningún deporte, tengamos en cuenta que la elección del deporte muchas veces depende de la personalidad de cada persona: algunos chicos prefieren las juegos de grupo y otros niños preferirán las actividades individuales y cíclicas tales como natación, ciclismo, atletismo, remo. Si finalmente ningún tipo de deporte es seleccionado, el gimnasio es la opción como actividad física.

4- Si los adolescentes tienen algún problema postural, el gimnasio es una buena alternativa para fortalecer eficientemente la musculatura, siempre y cuando que esta actividad sea planificada por un médico profesional y ejecutada por un profesor de Educación Física.

martes, 5 de noviembre de 2013

Preparación física vs. Educación fisica


La preparación física es el conjunto organizado y jerarquizado de los procedimientos de entrenamiento cuyo objetivo es el desarrollo y la utilización de las cualidades físicas del deportista. La preparación física tiene que estar presente en los diferentes niveles del entrenamiento deportivo y ponerse al servicio de los aspectos técnico-tacticos prioritarios de la actividad practicada.
Por otro lado, en cambio,  la educación física puede contemplarse como un concepto amplio que trata el desarrollo y la formación de una dimensión básica del ser humano, el cuerpo y su motricidad.

Hoy día, cada vez más, se confunden ambos conceptos dentro de ámbitos educativos tempranos y no me refiero sólo a los colegios sino más bien a las llamadas actualmente "Escuelas deportivas". A pesar de la notable mejora en la calidad de la enseñanza de los deportes,  debido al aumento de entrenadores y monitores titulados, aún se ven graves handicaps metodológicos cuando la enseñanza del deporte en cuestión no la realiza un profesional educador deportivo, cuando se ven ejercicios de aplicación basados en preparación física casi adulta, cuando no se enseñan hábitos de higiene deportiva, o hábitos como estiramientos, técnica de carrera, ducha post entrenamiento, hidratación continúa... esenciales en el futuro a corto plazo. Aún se están creando prototipos de deportistas basados en la construcción de niños y niñas  de entre 6 y 10 años para intentar ganar y no para intentar educarles físicamente.

La falta de paciencia provoca diseñar sesiones de entrenamientos de niños y adolescentes que buscan más un desarrollo de la preparación física tanto de base como especifica en detrimento de una cuidada educación física.
Estas escuelas conseguirán buenos resultados cualitativos si retiran en las edades más tempranas de sus deportistas un alto grado de competición y si la mantienen que sea dentro de un ámbito donde no haya clasificaciones ni resultados. Esos resultados cualitativos aparecerán, con paciencia y mesura, cuando en época ya adolescente posean un"regimiento" de deportistas sanos, ilusionados por su deporte y sobre todo con una cultura física y deportiva que les va a permitir competir a alto nivel.
Por supuesto que esa transición desde el apartado educativo-deportivo hacia el competitivo debe ser progresiva entendiendo que la verdadera preparación física debe comenzar a partir de los 12-13 años en chicas y de los 15-16 en chicos cuando factores óseos, musculares y fisiológicos generales han completado parte de su crecimiento madurativo. 
Hacer un niño campeón con ocho años es relativamente fácil...pero siempre será a costa de haberle robado su futuro deportivo.


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