La clave del entrenamiento y en lo que mas
tendríamos que hacer hincapié los entrenadores, dado que es lo que
marcará la diferencia entre jugadores, desde etapas benjamines hasta
juveniles, debería ser la toma de decisiones o, lo que es lo mismo,
enseñar a los deportistas a encontrar soluciones a los problemas que les
plantea el propio juego de la manera más rápida y eficaz posible,
enseñar a los jugadores a entender su deporte.
Concretamente, en el fútbol tenemos ciertas variables que influyen en
el proceso de toma de decisión, como pueden ser el espacio en el que
nos encontremos (situación en el campo), el tiempo que tiene el jugador
para decidir y llevar a cabo una acción, el balón, la posición de
rivales y compañeros. Debido a todas estas variables podemos dividir el
proceso de la toma de decisiones en una serie de fases inherentes a la
toma de decisión:
- Observación: el jugador debe comprender en el menor tiempo posible la situación de cada una de las variables anteriormente vistas y tener claras las posibles alternativas que puede tomar para solucionar el problema que se le crea.
- Análisis: debe analizar las alternativas que se le plantean en función de las variables y qué ocurrirá en el caso de que decida tomar cada una de las opciones.
- Solución: el jugador decide cuál de las alternativas es la más adecuada en ese momento y para esa situación.
- Llevar a cabo la acción motora: es el momento de que tras haber observado, analizado y solucionado el problema, el jugador lleva a cabo la resolución que había decidido. Aquí entran en juego las capacidades técnico-tácticas del jugador.
Una vez que sabemos cómo es el proceso de la toma de decisiones es el
momento de que lo pongamos en práctica en nuestros entrenamientos. Para
ello no utilizaremos tareas analíticas ni acciones combinativas, puesto
que estas no crean problemas que solucionar, sino que le convierten en
un autómata.
Las tareas que más van a ayudar a nuestros jugadores a analizar
situaciones o tomar decisiones son aquellas en las que haya mayor
transferencia hacia el juego real y en la que los problemas que se les
planteen sean, en su mayor medida, como los que se les plantearán en los
partidos. Sabiendo todo esto las tareas que se proponen son rondos, juegos
de posición, posesiones, juegos en inferioridad o superioridad y
partidos reducidos condicionados.