En la sociedad actual el deporte está presenta en la vida de muchas personas, en unos casos como usuarios activos, en otros como consumidores pasivos de los grandes o pequeños espectáculos. Hay pocos estudios que valoren de forma directa si el deporte, practicado o visto, contribuye a la felicidad del indivduo.
Aunque se tiende a pensar que una buena salud condiciona positivamente los niveles de felicidad, lo cierto es que existen niveles declarativos de felicidad prácticamente similares entre personas que tienen una buena salud objetiva y aquellas con enfermedades crónicas o con discapacidades. Impresiona constatar que personas que han sufrido graves sucesos traumáticos, apenas una ño después se declaran igualmente felicies con sus vidas (Gilbert, 2004)
El sentido de la felicidad es algo tremendamente subjetivo y resulta asombroso comprobar no solo que la vida sigue fluyendo a pesar de una enfermedad, la pobreza o la miseria, sino que las personas que vivien en esas condicioens o situacions más adversas pueden seguir sintiendo la felicidad en su vida (Peterson, 2004)
En un estudio desarrollado por el INEF de Madrid en el curso 2014/2015 participaron más de 200 personas con una edad media de 20 años en el que se les preguntaba que el deporte que habían realizado hasta ese momento de su vida les había hecho más felices. En una escala de de 1 a 10, la respuesta superó los ocho puntos de media.
Los motivos para favorecer esa hipotética felicidad vienen marcados porque el deporte favorece en este orden las siguientes prioridades:
- Socialización
- Diversión
- Desconexión laboral o de estudios
- Bienestar
- Ganar al competir.
- Salud
- Mejora de habilidades
- Autoconfianza
- Valores
- Disfrutar con su equipo
- Disfrutar de un buen espectáculo
- Estética
- Prestigio
- Mejora económica
Desde el punto de vista de las sensaciones, estos conceptos parecen claros, pero a nivel físico - fisiólogico, vemos que las mejoras de nuestro organismo al realizar deporte se centran en los siguientes parámetros para aumentar ese acercamiento a la felicidad o simplemente al bienestar con uno mismo:
Aumenta la capacidad cerebral: la realización de ejercicio hace que nuestro cerebro también se ejercite, provocando una mayor producción de neuronas y conexiones entre ellas (neurogénesis), lo que aumenta su capacidad de aprendizaje.
Ayuda a luchar contra el dolor: hacer ejercicio, sobre todo al principio, provoca sobrecargas o dolores en espalda u otras zonas del cuerpo, pero con el paso del tiempo estas molestias irán desapareciendo al fortalecer dichas zonas y aumentando el umbral del dolor.
Ayuda a dormir mejor: junto con nuestra alimentación y la práctica de deporte, una de las cosas más importantes para nuestro organismo es dormir y hacerlo bien.
Aumenta la sensación de euforia: nuestro cuerpo al realizar ejercicio libera dopamina, que es una hormona que permite experimentar una sensación placentera tras el ejercicio. Esto crea una relación entre bienestar y ejercicio que nos crea una sensación de euforia y alegría tras hacer deporte, provocando que cada vez queramos hacer más.