viernes, 17 de julio de 2020

Acerca de actividad física y uso de mascarillas,


El díario El País publicó este viernes un buen artículo/dossier con todo lo necesario para elegir la mejor opción a la hora de realizar actividad física en esta época.

A partir del domingo en Castilla y León será obligatorio el uso de mascarillas tanto en espacios cerrados como en la calle (aun cuando se pueda mantener la distancia social). Sin embargo, hacer ejercicio sigue siendo la excepción de la norma y aquí cada uno puede tomar la decisión que quiera. Hay quien se pone algún tipo de pañuelo, y quien usa las quirúrgicas, las higiénicas o las FFP2. También hay quienes prefieren dejarse los cuartos en una versión creada específicamente para la actividad deportiva (ojo, no todas las de las marcas relacionadas con el ejercicio lo son). Y, como no podía ser de otra forma, quienes pasan olímpicamente de usarla con escusas como que se mojan con el sudor, son incómodas y dificultan la respiración. Pero, ¿cuánta razón tienen realmente? ¿Usar mascarilla afecta al rendimiento deportivo? Y, si queremos ponernos una, ¿cuál es la más adecuada?


El doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y entrenador en la Unidad de Salud Deportiva, Antonio Montoya-Vieco, ha querido comprobarlo. Para ello, ha sometido a una prueba de esfuerzo a tres grupos de corredores y corredoras con distintos niveles de aptitud para analizar los efectos de uso de este complemento. En concreto, la 42k 3D-SPORT, que según sus comercializadores es del tipo higiénica y reutilizable, y está diseñada para favorecer la máxima transpirabilidad, ergonomía y comodidad durante la actividad física. Con ella puesta, Montoya-Vieco registró los datos de frecuencia cardiaca, los niveles de lactato en sangre (que es un indicador de fatiga), la saturación parcial de oxígeno y el esfuerzo percibido (una variable subjetiva), mientras los participantes corrían a tres ritmos distintos en franjas de dos y cuatro minutos con un minuto de recuperación a 5 segundos el kilómetro.

Al hacer ejercicio con mascarilla aumentan los niveles de esfuerzo percibido

Las conclusiones apuntan a que la sensación de esfuerzo cambia, pero poco. “En todas las variables que analizamos, los valores estaban incrementados ligeramente al alza”, explica. La frecuencia cardíaca aumentó entre un 3% y un 9% y la diferencia de saturación parcial de oxígeno entre un 0% y un 2%. Algo que el preparador físico no considera significativo. También aumentaron los niveles de esfuerzo percibido entre un 13% y un 50%. “A mayor valor numérico, se interpreta que el esfuerzo realizado por el deportista es mayor. Al no resultar cómodas, es posible que la persona perciba que respira peor y afecte negativamente a su rendimiento”, aclara. Los valores de lactato en sangre también aumentaron entre un 1% un 71%. Según Montoya-Vieco, pero el experto asegura que es normal al pasar de estar en reposo a iniciar el ejercicio.

Y si por un lado está quien demoniza su uso en el ejercicio; por el otro, quien asegura que podrían hacernos más fuertes. En las últimas semanas, ha habido quien ha asegurado en las redes sociales que su uso, al dificultar la inspiración, podría fortalecer músculos respiratorios como el diafragma. Pero ni son tan malas ni tampoco tan buenas. “No considero que una mascarilla deportiva —y menos la empleada en este estudio tras conocer sus resultados— sirva para fortalecer el entrenamiento de la musculatura inspiratoria. De ser así, los deportistas habrían comenzado a llevarlas antes de la Covid-19″, asegura el preparador físico.

Por ahora, la ley no indica que el uso de mascarilla sea obligatorio para hacer deporte en el exterior.

Hasta que los legisladores digan lo contrario, queda a elección de cada uno si usarla o no para hacer deporte, aunque de hacerlo lo mejor será elegir la más adecuada. Distintas marcas conocidas de material deportivo se han subido al carro y han puesto a la venta sus modelos textiles del complemento de moda del 2020. Pero muchas de ellas —como las de Reebok o Adidas—, cuyas remesas se agotan cada vez que se ponen en el mercado, advierten que “no están indicadas para uso médico ni como equipo de protección individual, aunque pueden ayudar a prevenir la propagación del virus y los gérmenes a través de la transmisión de gotitas respiratoria”. Otras compañías, como la de la mascarilla testada por Montoya-Vieco, han desarrollado algunos modelos aptos para la actividad física.

Lo importante es lograr un equilibrio entre la autoprotección (mediante filtros homologados), un buen ajuste, la respirabilidad y la reutilización (previo lavado a 60ºC). La de la marca española Idawen, explica su confundadora, Lara Herranz, lo consigue gracias a un tejido técnico y elástico de neopreno ultralight de 2 milímetros de espesor con rejilla 3D de poliéster y punto elástico. “Además hemos desarrollado dos filtros intercambiables para usar según sea posible o no mantener la distancia social. 


Las mascarillas de marcas como Reebok o Adidas pueden ayudar a prevenir la propagación del virus, pero no sirven para la protección individual

Asegurada la protección, toca evitar la sensación de asfixia. Es decir, que pase bien el aire y no se acumule la humedad, convirtiendo la mascarilla en una especie de trapo húmedo. “Sabemos lo desagradable que puede ser esa sensación. Por eso incorporamos dos válvulas de exhalación que se colocan sobre el filtro y permiten expulsar el CO2 y la humedad”. Añade un detalle extra: cierre con velcro y no con goma elástica. Un alivio para quienes se quejan de que las mascarillas aprietan en las orejas. Pero también para los calvos, ese colectivo en el que nadie repara y cuyos cráneos desprotegidos sufren mucho con las gomas. “En el ámbito deportivo el confort y agarre de las prendas es fundamental, ya que estás en continuo movimiento. Confeccionamos con material elástico, pero hace falta ajustarlo. De ahí, lo del velcro y las tallas”.

La casa 226ers fabrica su Hydrazero mask en tafetán de microfibra hidrófuga en poliéster repelente a líquidos y cumplen con un filtrado del 96% según la norma UNE-EN 149:2001+A1-2010. El diseño de las gomas de ajuste recuerda a las gafas de natación: dos elásticos que cada usuario puede colocar como más cómodo le resulte. Acostumbrados a equipar a corredores de ultradistancia (que son las carreras más largas que una maratón), en Buff no lo dudaron: había que incorporar dos tiras sobradamente anchas y ajustables para lograr “un ajuste ergonómico y personalizado que no incomode durante el ejercicio”, declara Danae Malet, product manager de la marca. “Además nuestros filtros han obtenido una eficacia de filtración (BFE) de 98% y una respirabilidad <40 0065="" 14683="" 24="" 500="" aceptable="" aguanta="" al="" ambiente:="" bajo="" botellas="" calidad="" certificada="" cm2="" con="" contenedor="" convencionales.="" cuenta="" cumple="" cumplimos="" de="" decathlon="" diferencial="" div="" el="" en="" entrenar="" es="" especificaci="" est="" esta="" fabricada="" filtros="" fuera="" gigante="" ha="" hace="" hasta="" hecho="" higi="" horas="" intenci="" la="" las="" lavados.="" lo="" los="" ltimo="" m="" mascarilla="" mascarillas="" medio="" misma="" mucho="" n="" nicas="" pa="" pl="" poco="" por="" presi="" protecci="" pueden="" que="" quir="" recicladas.="" reciclan="" respirabilidad="" reutilizables="" rgicas="" s="" se="" si="" sol="" solar="" stico="" suya:="" suyo="" tambi="" tu="" una="" une065:2020="" une="" upf50="" usar="" y="">
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