En uno de los blogs de Marca aparece un curioso comentario sobre la situación de David Villa. El título es Pobre Villa. No voy a entrar en el antiquísimo tema de que el futbolista genera y produce lo que gana porque ya está demasiado mascado, pero sí en el tema del compromiso, de la palabra. Si un trabajador firma un contrato de todos es sabido que su empresa le debe pagar hata el último céntimo si ésta lo rompe unilateralmente. Si el trabajador quiere desvincularse porque quiere crecer o descansar o cambiar o lo que sea, éste siempre puede hacerlo si no ha firmado algo que le pudiera retener. Hasta ahí todo normal. En el deporte-negocio-espectáculo del fútbol se me atraganta que alguien llore. Me da igual que Villa quiera ir al Madrid, al Barça o al Chelsea, Villa firmó la temporada pasada un contrato de ampliación del que no se arrepentía en ese momento de la "burrada" económica que le ofrecían y seguro que revisó su cláusula, sus años de compromiso etc. El problema es que como hoy día es tan sencillo romper un acuerdo, una palabra, un contrato, seguro que pensó: "bueno yo firmo esto y el año que viene si me apetece me voy".
Pues creo que el Valencia, tiene toda la razón de retener a Villa o venderlo al precio que se le antoje o remitir a la cláusula firmada. Y creo, personalmente,que no estaría mal que fuera al Madrid junto con Benzema.
Por ello el pobrecito señorito Villa probablemente le toque quedarse en un equipo sin historia, sin opciones de ganar nada, ganando solo mil quinientos millones de pesetas al año y viviendo en una ciudad como Valencia que es horrorosa para vivir (junto al mar). (Que todo el mundo entienda mi sentido sarcástico de este último párrafo)
1 comentario:
Firmo 100% todo lo que a escrito.Ahora está "depre" no? no lo estaba cuando renovó hace unos meses... En fin.
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