Se jugó ayer el derby castellano por autonomasia. UDS- Pucela. Los dos equipos castellanos que más tiempo han vivido en primera división, con permiso de Burgos y Numancia. Llegaban los dos equipos con diferentes urgencias, unos, los locales para intentar salir de la zona de descenso tras una racha histórica de derrotas consecutivas cuya dinámica ya había sido rota y otros, los forasteros, que tras un periplo de dudas y de cambio de técnico sin demasiado efecto, parecen recobrar juego y triunfos pero con muchas dudas fuera de casa. A día de hoy la calidad de los blanquivioletas es superior a los albinegros a pesar de la mala planificación de ambas direcciones técnicas de clubes apretados por el presupuesto, sobre todo los charros. Pero el devenir del partido fue un severo golpe para un equipo que necesita de refuerzos postivos, de que no pase nada anormal en el partido y de una pizca de fortuna a la hora de llegar arriba porque el Salamanca es un equipo sin pegada y sin ataque. Una roja a los 19 minutos para el centrocampista Hector Yuste parecía la sentencia del derby y aunque los de Pepe Murcia consiguieron llegar a la orilla del descanso vivos, la realidad de la reanudación fue una de las goleadas más históricas de estos derbys. Los derbys que suelen ser tradicionalmente de empates, en esta ocasión, solo faltaba que los de Resino acertaran con la meta de Biel Ribas para comenzar la sangria. Y así fue. El charro en las filas vallisoletanas Oscar que está realizando una decepcionante temporada quiso ser profeta en su tierra, se echó el equipo a sus espaldas, abrió el marcador y se erigió en el mejor de los suyos. Si a un equipo tocado, le das la estocada con goles y otra expulsión, el resultado se convierte en escandaloso y tiene pinta de un acuerdo de miradas entre unos y otros para que tras hacer el quinto, no hacer más daño. Un Valladolid que huele a play-off y que probablemente llegue a junio en un gran momento y una UDS que, mucho tienen que cambiar las cosas para evitar un descenso que a punto estuvo ya el año pasado de consumarse. Tiene mala pinta y creo que ni D'alessandro le salva. Esperemos que sí.
