En el fin de semana que comienza el Europeo indoor de atletismo en París, en el mismo fin de semana que Contador vuelve a competir en territorio español, en ese mismo fin de semana que España vuelve a la carga de la Copa Davis, nuestro país afronta una buena reválida en asunto de doping. Los deportistas españoles cada vez que compitan a nivel internacional estarán cuestionados, sean quienes sean. El affaire Contador y la Operación Galgo nos deja como sospechosos habituales. No creo que la renovada selección nacional de atletismo se lleve mucho botín de tierras galas (pues es una selección nueva y joven) como para que seamos ahí demasiado sospechosos, pero cualquier registro a partir de ahora fuera de lo común por parte de un compatriota no va a ser muy bien interpretado. Por eso debemos dar gracias a nuestros dirigentes en materia antidopaje por lo "bien" que están llevando a cabo esas operaciones sean 'galgo', 'grial' o 'puerto'.
Un ex- barcelonista, ahora en las filas del City inglés, el costa-marfileño Yayá Toure acaba de ser separado del resto de jugadores por un positivo en un control anti doping. Ojo a la sombra que está empezando a caer sobre el equipo médico del F.C.Barcelona con Ramón Cugat a la cabeza, sobre todo en materia de recuperación, que hoy día es la auténtica clave del deporte de élite. Aunque Touré ya no es de la plantilla azulgrana, muchos piensan en resacas y enmascaradores. Yo no voy a caer en lo fácil en cuanto a que el Barcelona gana por doping pues la calidad tanto técnica como táctica es lo que desborda a todos sus rivales; ahora bien su capacidad física, su intensidad y el ritmo impuesto muy por encima de todos los demás dan, a veces, mucho que pensar, cuando cualquier jugador de la plantilla se pasa el partido realizando esfuerzos máximos y submáximos sin apenas recuperación y cuando las cámaras le enfocan, su rostro simula a ese atleta que acaba de batir un record del mundo de 3000 metros dando un semblante impertérrito e indolente como si no hubiera realizado ni un ápice de esfuerzo. Las técnicas de recuperación empleadas por Cugat fueron prohibidas en un principio por la AMA y vueltas a aceptar posteriormente, aunque muchos médicos advierten de las posibilidades de estimulación tumoral en las zonas donde se aplica el factor de crecimiento sanguíneo. Todo esto demuestra que la medicina deportiva española está a la cabeza en materia de investigación tanto para lo bueno como para lo malo.
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