En la España futbolera prácticamente todo el mundo es simpatizante-hincha-fanático-incondicional de dos equipos; el de su ciudad o población y del Madrid o del Barça. Incluso aquellos raros que suelen ser atléticos, valencianistas, deportivistas o béticos sin nacer ni pacer en Madrid, Valencia, Coruña o Sevilla, a la hora de un Madrid-Barça siempre se decantan por uno u otro.
Lo cierto es que aquí en Valladolid todos los seguidores del Pucela se encuetran en la aunténtica semana de pasión. El Real Valladolid siendo sensatos y pensando con la cabeza tiene pie y medio en segunda división. Las paradojas del destino han querido que la última jornada se enfrenten Barcelona y Valladolid en en Nou Camp para decidir no sólo el descenso sino (válgame Dios!) el título. Seguro que más de uno cuando en agosto vio el calendario pensó que aquí ya estaría todo decidido pero no. El pasado sábado a las diez de la noche este partido era intrascendente pues el Valladolid estaba casi descendido y el Barcelona era campeón de liga, pero en menos de veinte minutos, los dioses del balón decidieron que no estaría de más hacer una prueba de fuego a los pucelanos culés. Y aquí está.
Yo, simpatizante madridista me lo estoy pasando bomba esta semana viendo la cara y las reacciones de los vallisoletanos culés cuando les pregunto ¿con qué te quedas con que el Barça gane la liga y el Pucela descienda o que el Pucela se salve y la gane el Madrid?
Y claro, muchos listos se encomiendan al Madrid para que pierda y pueda puntuar el Valladolid en Barcelona y conseguir ambos objetivos. Otros muchos, sensatos ellos, se borran por un tiempo del color azulgrana y son fieles a los colores de su tierra, otros, los pocos, se decantan por el triunfo catalán aunque eso dé con los huesos del equipo de sus amores en segunda.
Personalmente pienso que tanto Madrid como Barça sacarán sus partidos adelante y el título será para los de Guardiola y por abajo, poniendo lógica, creo en el triunfo del Racing, por encima de todo, el triunfo del Xerez en Pamplona y probablemente que puntúe el Tenerife en Valencia. Todo ello daría con el descenso de Xerez, Málaga y Valladolid. La única opción blanquivioleta, aunque casi es utópica, es jugar con la ansiedad y desesperación culé, que la portería esté a cero y que pasando los minutos, el fantasma de Mourinho revolotee Camp Barça y el cero-cero salve al Clemente-team. ...y los sueños, sueños son.
1 comentario:
Yo soy vallisoletano y culé y deseo con todo mis alma que gané el Barça el domingo. He dicho.
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