martes, 14 de junio de 2011

LA VIDA DEL EX DEPORTISTA DE ELITE

Yago Lamela bajó por un momento al infierno. Desde lo más alto que estuvo a finales de los noventa y comienzos de siglo, bajó a pensar que la vida no tenía sentido. Es la prueba más clara de la dificultad que muchos deportistas tienen para saber volver a ser "terrenal". Qué hacer con mi vida? Cómo me reinserto? No tengo vocación por nada...
El deporte de élite ayuda en una sociedad donde la competitividad, la fama, el dinero, la salud, el conocimiento de unas reglas, los jueces, la masa, la superación, el objetivo común, los medios de comunicación y un largo etc. se pueden concentrar entorno al deporte de élite. De todos es sabido que en general los deportistas terminan sus carreras deportivas relativamente jóvenes.

¿Qué le ocurre al deportista al día siguiente de su retirada profesional?
El deportista ha culminado literalmente un sueño de infancia. Se ha realizado. En alguos casos ha acumulado suficiente dinero como para vivir de rentas, en otras no. Entonces,¿dónde está esa diferencia que hace más fácil la integración en la vida laboral?
El deportista de élite que después de terminar su carrera deportiva quiera seguir vinculado a su disciplina lo tendrá más fácil por el mero hecho de haber llegado a lo más alto a base de superación. Será un modelo para los más jóvenes y su experiencia un buen legado. En cambio, aquel deportista que desee dedicarse a otro oficio tendrá ciertas ventajas y algunos
inconvenientes en el mercado laboral .Uno de los principales inconvenientes es la poca preparación académica de los deporistas en general.
Otra, y para mí más importante que las titulaciones que haya podido obtener, es la falta de una vocación clara aparte de la deportiva. Esto hace que no dirija sus esfuerzos hacia un fin en concreto.
En cambio esto mismo hace que la gente se pregunte a qué se dedica, qué es lo que hace, con qué se gana la vida...

Lo primero de todo que debe tener claro un deportista es saber retirarse en el momento adecuado.

Cómo distinguir el final de un ciclo.
- Fin de la progresión competitiva y Acumulación de lesiones.
Cómo realizar una transición no traumática hacia la vida “cotidiana”.
- Adelantarse al momento de la retirada (ir preparando el terreno e iniciar nueva actividad paralela).
- Dejar la competición gradualmente.
- Aprovechar la imagen de “Deportista Profesional” y los “contactos” para entrar en el nuevo “trabajo”.
 Principales dificultades de adaptación.
- Asumir el cambio de rutinas (luchar contra el despertador).
- Eliminar la sensación de vacío (alejarse para volver a acercarse progresivamente).
- Minimizar la sensación de falta de reconocimiento (“no se me ha considerado lo
suficiente”).
- Normalizar la situación con los nuevos clientes (evitar los recelos ante el “famoso”).
No es suficiente con haber sido un grandísimo deportista, haber ganado mucho dinero, haber tenido mucha fama. El deportista de élite junto con los que se rodea, debe ir pensando en como será el momento posterior a su finalización deportiva. Algo así como los demás terrenales hacemos con los planes de pensiones, pero no solo a nivel economico, sino también, social, mental y físico. 
Uno de los grandes problemas es el mental pero ojo y mucho cuidado con el físico pues no se puede pasar de entrenar cinco veces a la semana a dejarlo de golpe. Peligro, peligro.

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