- Personalización de la dieta. La dieta no sirve una cualquiera estándar, porque quizás no es válida para nosotros, por eso no hemos visto resultados, porque no la hemos personalizado.
- Al gimnasio vamos por nuestra cuenta y riesgo, y no nos atrevemos a acercarnos a ese mostrador en mitad de la sala, dónde hay un monitor que nos puede guiar en los primeros días y hacernos una tabla adaptada a nuestras necesidades.
- Nos hemos desinflado como globos en el segundo mes de propósito, porque quizás los motivos por los que quiero adelgazar no son los idóneos, piensa en una buena alimentación y rutina deportiva por salud y no por estética y sus múltiples beneficios, la cosa cambia ¿verdad?.
- No nos hemos preocupado de informarnos bien y de buscar múltiples y diferentes opciones para conseguir nuestro objetivo, no todo es la dieta de la alcachofa ni ir al gym que tengo más cerca de casa, hay vida más allá de los remedios clásicos y en Internet tenemos mucha información disponible.
- Cuando se nos hace cuesta arriba, es más fácil abandonar, o no comenzar en serio directamente, que buscar ayuda profesional para que nos apoyen en el proceso y no perdamos la constancia que muchos no tenemos…sí, porque existen profesionales formados para nutrición y fitness, cuando tienes un problema en las tuberías de casa llamas al fontanero ¿no? Porque ahorras tiempo y aunque te gastes dinero te compensa… pues eso mismo…
Abunda más el desconocimiento que la buena información sobre este tema de la nutrición. La investigación del papel de la alimentación y la nutrición en el estado fisiológico de las personas está en aumento, por lo que se necesita en el campo a gente formada e informada para divulgar los conocimientos generados, y en base a ellos, promover un estilo de vida saludable.
Los planes de alimentación y de fitness deben de ser totalmente personalizados, ya que cada individuo es un mundo y así es como estos planes son realmente efectivos. Para empezar quizá sería mejor con estos puntos básicos:
- Podemos perder volumen acudiendo a alimentos diuréticos como las alcachofas y la piña, eso sí, sin abusar y no comer solo estos alimentos, de esta manera nos será más fácil comenzar un buen plan de alimentación.
- Planificar un estilo de vida que combine la alimentación adecuada con la realización de ejercicio, en el que vayamos introduciendo hábitos saludables poco a poco, y objetivos realistas que podamos cumplir para no abandonar. Es importante que el ejercicio sea gradual y acorde a nuestras características fisiológicas.
- Nunca ayunar ni saltarse ninguna comida del día. (Salvo en casos muy específicos y con objetivos muy puntuales). Un dato curioso es que el organismo gasta más energía en realizar la digestión que en cualquier otro proceso.
- Comenzar a tomar alimentos desnatados. No tenemos por qué comer todo bajo en grasa, sería interesante tomar leche entera y yogures desnatados, por ejemplo.
- Comer cinco veces al día, además de por lo dicho en el punto número tres, porque así llegaremos con menos hambre a las comidas principales del día, y comeremos de manera más tranquila y pausada, hecho que a su vez facilitará las digestiones y evita los atracones…