Ahora la apagamos...ahora la encendemos. Cuando se propuso que la antorcha olímpica realizara un recorrido a relevos desde Olimpia hasta el destino de celebración de los Juegos, se tenía la intención de mostrar al mundo el fuego olímpico como muestra de apertura a todos los pueblos del mundo. La primera vez se realizó en los Juegos Olímpicos de Berlín y se ha venido realizando sin descanso desde aquellas fechas hasta hoy día. Los Juegos Olímpicos de Pekín pasarán a la historia por el esperpéntico recorrido donde los portadores de la antorcha parecen criminales escoltados por miles de policias. Se ha llegado a apagar y encender, según el afán de los activistas decididos a boicotear cualquier movimiento olímpico relacionado con China. El incidente más serio ocurrió en Ladbroke Grove, cuando un miembro de la organización Tíbet Libre quebró una valla de cincuenta policías y logró quitar la antorcha, que era portada por Konnie Huq, una presentadora de la TV inglesa. Otros dos manifestantes pro Tíbet, intentaron apagar la llama con un extintor para incendios durante su paso por Londres, y fueron detenidos por la policía local.
Triste todo. Triste China, tristes los activistas que confunden olimpismo y vandalismo, tristes los portadores de la antorcha que será algo que paso a la historia de sus vidas empañado por los posesos pro-Tibet, triste el COI que quizá debiera tomar otro tipo de medidas diferentes a convertir a la legendaria antorcha en un mechero portatil.
1 comentario:
Cuando se eligió China no se sopesaron la consecuencias para quienes no tienen interés deportivo.
Las Olimpiadas van más allá, siempre han ido más allá.
Recuerda las celebradas en Alemania donde ganó una "raza inferior", les demostró que van más allá siempre más allá. Son puro simbolismo y, creo, por eso son tan importantes
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