martes, 15 de julio de 2008

PERDER PESO Y ADELGAZAR

(Monográfico SALUD Y DEPORTE)

La obesidad está considerada hoy como la alteración nutricional más importante del mundo civilizado. Conceptualmente, el problema es simple: la obesidad o el acúmulo excesivo de tejido adiposo está causado por una ingesta calórica excesiva. Sin embargo, aunque la mayoría está de acuerdo en que la obesidad procede de una situación donde la ingesta energética excede a la producción total de energía, es difícil establecer si este desequilibrio resulta de un exceso de ingesta o de un defecto en el gasto energético.
Paralelo a todo esto está la gran preocupación de una parte importante de la población en el adelgazamiento o pérdida de volumen. Los hombres tienden a tener más grasa abdominal siguiendo el modelo androide o masculino de distribución de la grasa. Por otro lado, las mujeres tienden a tener mayor cantidad de grasa a nivel glúteo, teniendo una circunferencia de la cadera mayor siguiendo el llamado modelo ginoide o femenino de distribución de la grasa.

Pero el problema aparece cuando se confunde (asunto que ocurre muy a menudo) adelgazar con perder peso. Yo hoy mismo he salido a correr a las 15,30 con unos 30 grados, he recorrido un tramo de unos ocho kilómetros en poco más de 35 minutos a un ritmo tranquilo y suave lo que significa que he puesto en funcionamiento de manera rápida mi metabolismo aeróbico,lo que probablemente haya provocado una pérdida no muy elevada de tejido adiposo. Si hubiera estado corriendo más tiempo esta pérdida hubiera sido mayor y el efecto de adelgazamiento se habría puesto en funcionamiento. Ahora bien, si por el contrario, me hubiera puesto un chubasquero y hubiera recorrido 4 kilómetros a un alto ritmo, empleando poco más de cuarto de hora, entonces el nivel de sudoración habría sido elevadísimo con una pérdida de líquido desmesurada pero sin quema de grasas. Aparecería así el efecto pérdida de peso. Ese peso se recuperaría rápidamente al intentar rehidratar el cuerpo. Peso que en el primer caso también recuperaríamos pero cuyo efecto sería diferente. En el caso de las falsas dietas donde se prometen adelgazamientos espectaculares en periodos muy cortos de tiempo, los daños que pueden ocasionar pueden ser graves pues se basan en la ingesta de alimentos diuréticos que buscan un efecto de pérdida de líquidos donde se vive un descenso vertiginoso de peso pero cuyo efecto rebote al concluir la dieta hace que el organismo vuelva a hincharse y aumentar el peso antiguo. Por tanto, la mejor forma de adelgazamiento yo la basaría en ejercicio físico estricto y regular que se prolongue más allá de los cuarenta minutos de esfuerzo suave y continuado acompañado de una dieta no muy exigente basada en bajar el volumen de ingesta habitual, sin sacrificarse en comidas light. Comer de todo pero poco, aunque se aconseja evitar la ingesta de bebidas alcoholicas que son las que más calorías aportan, así como la bollería, alimentos en conserva, el embutido y la carne de cerdo.

Y para concluir debe quedar una cosa clara, el ejercicio aumenta el peso, pues el aumento de masa muscular hace subir la báscula por lo que es probable que en los duros inicios de lugar a la decepción cuando lo que hay que tener claro es que en esos días es más importante el metro para calcular perímetros donde se puede ganar o perder volumen que la propia báscula que hasta los treinta o cuarenta días de ejercicio y dieta no empieza a "funcionar" como nosotros queremos.

1 comentario:

Vic dijo...

Superinteresante. Lo voy a colgar en un par de sitios dónde siempre me preguntan qué hacer para adelgazar...

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