Genial artículo de Martín Perarnau, analizando perfectamente el cambio táctico de Del Bosque y su lectura del partido ante Italia.
1.- Vicente del Bosque realizó un buen movimiento táctico con la entrada de Javi Martínez por Fernando Torres en la prórroga del España-Italia, pero no tuvimos la sensación de que estuviera buscando una genialidad: solo buscaba ganar o, mejor dicho, no perder ese encuentro.
2.- Aunque la media hora anterior a la entrada de Javi Martínez ya había revertido la situación, Italia se había mostrado hasta entonces más dominadora que España. Y, sobre todo, más peligrosa en sus movimientos de finalización. Las duras condiciones en que se disputó esta semifinal provocaron tal desgaste físico que, por ejemplo, el equipo español ya solo era capaz de llegar al área de Buffon mediante Navas y Mata, que no encontraban apenas compañeros con los que buscar la definición final. Si acaso (y al margen de las acciones a balón parado), Iniesta y Alba lo conseguían puntualmente y a partir de largas secuencias previas de pase.
3.- Con la prórroga por delante, mantener el mismo statu quo equivalía a llegar poco al área italiana y con pocos efectivos. El aislamiento del ‘9’ español entre los centrales italianos y su lejanía respecto de los agotados centrocampistas parecían invalidar cualquier opción de seguir por el mismo camino. Cabía sustituir a Torres por Villa o Soldado (tocado), desde luego, pero este cambio no provocaría una mejora en los centrocampistas. Por tener a Villa delante no iba a cambiar el agotamiento de Iniesta o Xavi.
4.- Cabía la opción de situar a un defensa como delantero central. Este remedio lo han usado mil entrenadores con resultados dispares. No es un mal recurso en circunstancias de este tipo: si no puedes correr, caminas. Si no puedes enlazar de manera agrupada con tu delantero centro, le envías balones desde lejos. Hemos visto a grandes entrenadores tomar decisiones similares en momentos puntuales y, aunque se acostumbra a criticar semejantes medidas, no encontramos grandes razones para considerarlo erróneo. No porque se emplee a menudo tiene que ser un mal recurso.
5.- Del Bosque prefirió introducir a Javi Martínez en el juego y atribuirle una función que pareció extraña precisamente porque fue novedosa: más que jugar como delantero centro, cubrir todo el hueco central que existía entre la línea de medios y el delantero centro. Llegar y estar, los dos cosas al mismo tiempo. La decisión resultó eficaz porque España encontró el pegamento que faltaba entre las dos líneas de arriba: Javi Martínez fue ese pegamento.
6.- Realmente, como delantero centro no mostró gran peligro y dentro del área se pudo advertir que ese no es su hábitat natural. Y, contra lo que se podía creer en el momento de su entrada al campo, no fue en fase defensiva donde destacó. Javi brilló recogiendo el balón de Busquets y Xavi y llevándolo hasta el área de Buffon. Fue como una bombona de oxígeno para Iniesta, Mata y Navas y, al mismo tiempo, acabó con Italia, que ya no volvió a crear peligro en toda la prórroga.
7.- La medida no resultó decisiva para que España ganara el partido, pero muy posiblemente evitó que lo perdiera, lo que puede sonar tan paradójico como la propia sustancia de la decisión: para no perder, lo mejor que habríamos imaginado es colocar a Javi Martínez de mediocentro defensivo y no de “delantero centro pegamento”. Pero en fútbol se pueden conseguir efectos similares con medidas totalmente opuestas, lo que resulta más que interesante desde el punto de vista intelectual. Más que una decisión genial del seleccionador, fue una medida efectiva
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