Cuando se habla de dar el salto al fútbol profesional, cada vez parece que hay filtros más complicados, pero siempre quedan esas historias increíbles que una vez se consiguen por insistencia e ilusión y otras por estar en el sitio adecuado en el momento adecuado.
Hasta hace cinco años Charlie Austin (Hungerford, 1989) se levantaba a las 5.30 de la mañana para meterse en una furgoneta con otros diez compañeros y marcharse a trabajar en la fábrica de ladrillos de su padre. De niño había coincidido en el mismo equipo de barrio que Theo Walcott y había pasado por las categorías inferiores del Reading, pero tardó tanto en crecer que le cortaron con 15 años. En sus horas libres era futbolista aficionado en el Poole Town, un equipo de la novena división inglesa, y algunos días de partido los desplazamientos podían alargar la jornada hasta la madrugada. Unas horas de sueño y vuelta a empezar.
Este sábado Roy Hodgson viajó hasta Loftus Road para ver el QPR-Manchester City. Entre sus objetivos estaban Joe Hart o James Milner, presentes en la última convocatoria, y Charlie Austin. Cinco años de vertiginosa escalada han llevado a este delantero desde la fábrica de ladrillos hasta las puertas de la selección. Desde la retirada de Alan Shearer, Inglaterra vive en permanente búsqueda de goles -más con Daniel Sturridge lesionado- y los suyos llevan tiempo inundando marcadores. En su estreno en la Premier, lleva más de la mitad (6) de los goles que ha marcado esta temporada el Queens Park Rangers (11).
Bajo la mirada de Roy Hodgson marcó tres contra el Manchester City, aunque sólo uno subió al marcador. Le anularon el primero por fuera de juego, 30 segundos después le anularon el segundo -falta de saque de Joe Hart- pero nadie pudo quitarle el tercero, un mano a mano que resolvió por bajo tras un desmarque entre líneas. Nadie podrá decirle a Charlie Austin que no insistió lo suficiente. Participó también en el segundo con un centro tan bien puesto que Martín Demichelis no pudo resistir cabecearlo contra su propia puerta. Hace una semana marcó también contra el Chelsea. Hace dos, un doblete contra el Aston Villa.
En la agenda de Hodgson
Ha sido este estado de forma lo que ha apuntado su nombre en la agenda de Roy Hodgson para ese casting de goleadores. La novedad contra Eslovenia y Escocia será Saido Berahino (Burundi, 1993). El jugador del West Brom llegó al país siendo niño, huyendo de la guerra y sin hablar inglés, y esta campaña es el único delantero nacional con más dianas a su nombre (7) que Charlie Austin. Harry Kane, todavía suplente en el Tottenham, es otro de los nombres que mencionó el seleccionador para esa renovación.
Recuerdos de duro trabajo
Recuerdo un día, cuando tenía 17 años, que estaba trabajando en un sitio que se llama Overton. A las dos de la tarde estábamos empapados y me sentía como si tuviera la espalda de cristal. No me podía ni doblar y estaba cubierto de barro. Si alguna vez me canso del fútbol, me acordaré de ese día", confesaba entonces en una entrevista concedida a 'The Guardian'. Sólo unos meses después de esa conversación forzó su salida al Burnley, de segunda, en lo que hoy tacha como error de inmadurez.
Allí marcó 45 goles en 90 partidos, 28 en una última temporada con los 'clarets' que le valió su traspaso al QPR. Al oeste de Londres fue uno de los grandes protagonistas del ascenso. Hoy es una de las tablas más firmes para buscar la salvación y futurible de Inglaterra. De momento Roy Hodgson sigue confiando en Rickie Lambert, rematador de perfil similar al de Austin -también fuera del césped, pues llegó a trabajar en una fábrica de remolacha en su juventud como futbolista semiprofesional- aunque con pocos minutos desde su llegada al Liverpool. Mientras tanto los goles de Austin siguen golpeando la puerta de los 'pross'.
¿Llegó a tener estas ambiciones cuando compaginaba el ladrillo con el balón? "¡No tenía ninguna!", contestó recientemente a 'The Independent'. "No me preocupaban mucho las ambiciones. Jugaba en el Poole Town, ¿Quién iba a descubrirme?". Hoy todavía mantiene contacto con el equipo y al parecer entonces había quien sí tenía esperanzas en él. Según el diario inglés, un grupo de aficionados apostó 150 libras (50 a 1) a que algún día Charlie Austin marcaría un gol con Inglaterra. Ese día puede llegar pronto.
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