GANAR, GANAR Y VOLVER A GANAR

Decía un entrenador de fútbol de cuyo nombre no quiero acordarme que la clave para ser el número uno en la especialidad deportiva a la que te dedicas es: "...ganar , ganar, ganar, y volver a ganar y ganar y ganar..." y así sucesivamente. Que el mando de la selección de los presuntos mejores jugadores de algún deporte esté en manos de algunos personajes cuya dialéctica y cuyas acciones recuerdan a la España de la pandereta o épocas épicas donde el profesionalismo deportivo era algo impensable, supone que los resultados si llegan son con la etiqueta del "...a pesar de...". Pero lo cierto que para ser el número uno en algo tiene mucho que ver con la frase del ínclito personajete. Saber ganar es decisivo para cualquier deportistas pero mucho más complicado es saber ganar y cuando llegas arriba y tienes la responsabilidad de mantener un liderato (un maillot amarillo en el Tour, líder de ganancias de la ATP,líder de un mundial de fórmula uno, campeón del mundo de 100 metros, líder de una clasificación de un campeonato, etc.). Ahí es donde se ve el verdadero potencial de un deportista, de un grupo humano que trabaja para un deportista o bien el verdadero potencial de un vestuario de un deporte colectivo. Ahí es cuando los líderes de barro se derrumban en cuanto llega la presión externa pues lo lógico de los perseguidores o aspirantes a un título, es derrocar cuanto antes al número uno. De ahí la importancia histórica de Merckx, Bjon Borg, Bubka, Bekele, el Milán de Arrigo Sacci, la España de Pastor, Indurain, Roger Federer, Michael Schumacher, Ayrton Senna, Armstrong,Carl Lewis, Phelps o Maradona.