Era la fiesta de Navidad del instituto.Tenía 15 años y estaba en 2º de BUP. No sé porqué al día siguiente no había clase pues era día 21 y era miércoles. Supongo que antes, en día de lotería de Navidad no se podía dar clase. Lo importate es que en clase hicimos porra del partido de la selección (25 pesetas, lo recuerdo bien, o sea, 15 centímos de euro). Mucha gente pensabamos que podía ser posible. Era la época de la gestación de la Quinta del Buitre, aunque ninguno estaba cerca de debutar con la selección. Más bien era la época del Poli Rincón. Yo en la porra puse 13-1. (y así debieron quedar, pero en el último minuto el gol de Gordillo, que fue legal, fue anulado). Cuando marcó Malta el empate a uno, bien entrada la primera parte, cuando Santillana falla un penalty y nos vamos al descanso 3-1, casi todos pensabamos que ya era imposible. Yo en el descanso hacía mis cuentas: Nueve goles en 45 minutos es marcar un gol cada cinco minutos, si marcamos pronto quien sabe. Entre el minuto 12 y 24 de la segunda part, España metió cuatro goles. El 12-1 llegó en un disparo de Señor a falta de siete minutos. Algún periodista sigue afirmando que ese partido se amañó en el descanso. A día de hoy todo puede ser posible. En aquella época yo lo habría negado una y otra vez. El portero maltés, el famoso Bonello, dijo el día antes del partido "no volvería mi país si me metiesen once goles". Hoy día no hay ninguna selección europea con los conceptos tácticos tan flojos, pero si aquel partido fue real al cien por cien, todo fue porque el fútbol, como todos los deportes, es un estado de ánimo y en aquella ocasión en el descanso y a lo largo de la segunda parte, los jugadores españoles, se lo creyeron. Fe y fútbol.
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