Una de las cosas más difíciles del deporte es saber acabar de ganar al igual que mantenerse en una determinada racha de éxitos o ser un número uno varios años seguidos. Pero terminar por conseguir una victoria que ha sido trabajada durante toda la competición, se me antoja una labor complicada aunque estoy seguro que es una respuesta que F.A. nos puede dar mucho mejor. La fase de incertidumbre ante la proximidad de la victoria puede hacer dudar de nuestra capacidad para doblegar a los rivales y máxime si ese rival se rehace momentáneamente. En cualquier deporte, individual o colectivo, se han dado grandes casos de tener ganado el partido, y/o competición y perderla sin razón aparente. El tenis tiene casos realmente claros cuando algún jugador con bolas de partido a su favor no consigue ganar ahí el partido y la remontada empieza a surgir y sus piernas y su menten a tambalearse. Lo mismo ocurre en competiciones largas cuando, con gran ventaja por parte de un equipo e incluso superioridad en su juego, pierden partido tras partido en la recta final y el más motivado consigue la hazaña de arrebarle el título. En el deporte individual de alto rendimiento se antoja más complicado pues el aspecto físico va de la mano del mental y sólo ante igualdades demasiado claras, la mente le puede al resto.
Es complicado ver una carrera de 400 metros donde a falta de 30 metros alguien pierda por no saber acabar de ganar y sí, más bien, porque su resistencia al lactato le ponga un muro delante. Por eso, concluyo, diciendo que los verdaderos campeones que saben cuando ganar y como ganar no tienen problemas para saber acabar de ganar y 'machacar' deportivamente al rival.