domingo, 23 de diciembre de 2007

CON CASILLAS Y SIN MESSI


Desde que Maradona le dio una escudeto al Napoles y se encargó de hacer campeón del Mundo a Argentina en México y subcampeón en Italia, desde que vi a Michael Jordan dar seis triunfos para los Chicago Bulls, no he vuelto a ver a nadie tan determinante para conseguir títulos para un equipo. Las figuras actuales del argentino Leonel Messi y del español Iker Casillas puede acercarse bastante a esos dioses del Olimpo citados. Leo va a dar muchos títulos al F.C. Barcelona y a la selección argentina; por otro lado Iker ya le ha dado más de uno al equipo merengue. Si en la actualidad Barcelona y Madrid se enfrentan con ambos jugadores el equilibrio es notable y aunque el elenco de figuras que rodean a ambos es elevado, creo que son los dos con más talento en sus plantillas (con el permiso de Andrés Iniesta). Si al llegar a un clásico como el jugado hoy le quitas a uno de ellos, el desequilibrio es muy grande. Ni Eto'o ahora mismo puede relanzar a su equipo con un desborde tan vertical que rompa cualquier defensa como Leo; ni Sergio Ramos puede llegar a desesperar a los atacantes con sus acciones como Iker. Me gusta ser objetivo al analizar partidos de este tipo y aunque soy aficionado madridista, cuando el Barça ha dado un baño a los "míos" lo he reconocido. Pero hoy el desequilibrio de la ausencia de Messi ha sido bastante claro aun así el juego preciosista, rápido, vertical de los blaugranas de años atrás ha sido muy escaso e intermintente. El Madrid ahora mismo me recuerda más a una selección que es a la primera que me gusta que eliminen en las grandes citas: Alemania. No hace un juego para llamarlo arte, pero es demasiado eficaz dentro de su apabullante lucha a cada balón dividido, si además lo rocías con un chorrito de Robinho, unas gotas de Baptista, una cucharadita de Raúl y una pizca de Van Nistelroy, es demasiado letal. Hablan de que siete puntos son demasiados. No deberían serlo cuando el rival que viene por debajo tiene hambre. El hambre de los Deco, Etoó, Dinho o Puyol que se mostraba hace un par de años, se ha quedado en un gusanillo que se mata con un tentenpie. Hoy solo he visto con algo de hambre la salida de las pocas esperanzas azulgranas: Bojan.

3 comentarios:

Rapajic dijo...
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Rapajic dijo...

Y no sólo faltaba Messi, sino que estaba Ronaldinho. Un jugador, que a día de hoy, hace peor a su equipo. ¿Porqué?: Porque juega en el lugar dónde Iniesta es más peligroso, porque jamás juega a un toque, lo que facilita el repliegue del rival y dificulta la entrada por sorpresa de la gente de medio campo de su equipo, porque no da un desmarque en ruptura ni queriendo (con lo que facilita el marcaje del rival y no genera espacios para los compañeros), porque cuando encara no se va de absolutamente nadie, porque nunca tapa ni una sola subida del lateral derecho del equipo rival, porque está más pendiente de que provocar una falta (claro para tirarla él) que de atacar lo que de verdad hay que atacar (la portería del rival) y porque provoca en los demás miembros del equipo el sentimiento de que lo recibe más premios (jugar) por menos merecimientos que los demás y eso desgasta a un grupo.
Messi volverá y si a eso le sumas que ya Rijkard comience a pensar más en el equipo que en un sólo jugador, que un niño como Bojan es mejor a día de hoy que uno que fue una estrella, que un jugador no mediático como Gudjonsen aporta más cosas (aunque menos vistosas) que otros como el mencionado y su amiguito Deco y que un jugador como Iniesta aporta mucho más cuánto más cerca está del área, entonces aún habrá liga. Si por el contrario, sigue Ronaldinho marcando el ritmo del barça, la siga estará ya sentenciada.

Chechu dijo...

Bueno, no te lleves mal rato. Qué la risa va por barrios...

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