La preparación física es el conjunto organizado y jerarquizado de los procedimientos de entrenamiento cuyo objetivo es el desarrollo y la utilización de las cualidades físicas del deportista. La preparación física tiene que estar presente en los diferentes niveles del entrenamiento deportivo y ponerse al servicio de los aspectos técnico-tacticos prioritarios de la actividad practicada.
Por otro lado, en cambio, la educación física puede contemplarse como un concepto amplio que trata el desarrollo y la formación de una dimensión básica del ser humano, el cuerpo y su motricidad.
Hoy día, cada vez más, se confunden ambos conceptos dentro de ámbitos educativos tempranos y no me refiero sólo a los colegios sino más bien a las llamadas actualmente "Escuelas deportivas". A pesar de la notable mejora en la calidad de la enseñanza de los deportes, debido al aumento de entrenadores y monitores titulados, aún se ven graves handicaps metodológicos cuando la enseñanza del deporte en cuestión no la realiza un profesional educador deportivo, cuando se ven ejercicios de aplicación basados en preparación física casi adulta, cuando no se enseñan hábitos de higiene deportiva, o hábitos como estiramientos, técnica de carrera, ducha post entrenamiento, hidratación continúa... esenciales en el futuro a corto plazo. Aún se están creando prototipos de deportistas basados en la construcción de niños y niñas de entre 6 y 10 años para intentar ganar y no para intentar educarles físicamente.
La falta de paciencia provoca diseñar sesiones de entrenamientos de niños y adolescentes que buscan más un desarrollo de la preparación física tanto de base como especifica en detrimento de una cuidada educación física.
Estas escuelas conseguirán buenos resultados cualitativos si retiran en las edades más tempranas de sus deportistas un alto grado de competición y si la mantienen que sea dentro de un ámbito donde no haya clasificaciones ni resultados. Esos resultados cualitativos aparecerán, con paciencia y mesura, cuando en época ya adolescente posean un"regimiento" de deportistas sanos, ilusionados por su deporte y sobre todo con una cultura física y deportiva que les va a permitir competir a alto nivel.
Por supuesto que esa transición desde el apartado educativo-deportivo hacia el competitivo debe ser progresiva entendiendo que la verdadera preparación física debe comenzar a partir de los 12-13 años en chicas y de los 15-16 en chicos cuando factores óseos, musculares y fisiológicos generales han completado parte de su crecimiento madurativo.
Hacer un niño campeón con ocho años es relativamente fácil...pero siempre será a costa de haberle robado su futuro deportivo.
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