Una de las cosas más difíciles del deporte es saber acabar de ganar al igual que mantenerse en una determinada racha de éxitos o ser un número uno varios años seguidos. Pero terminar por conseguir una victoria que ha sido trabajada durante toda la competición, se me antoja una labor complicada aunque estoy seguro que es una respuesta que F.A. nos puede dar mucho mejor. La fase de incertidumbre ante la proximidad de la victoria puede hacer dudar de nuestra capacidad para doblegar a los rivales y máxime si ese rival se rehace momentáneamente. En cualquier deporte, individual o colectivo, se han dado grandes casos de tener ganado el partido, y/o competición y perderla sin razón aparente. El tenis tiene casos realmente claros cuando algún jugador con bolas de partido a su favor no consigue ganar ahí el partido y la remontada empieza a surgir y sus piernas y su menten a tambalearse. Lo mismo ocurre en competiciones largas cuando, con gran ventaja por parte de un equipo e incluso superioridad en su juego, pierden partido tras partido en la recta final y el más motivado consigue la hazaña de arrebarle el título. En el deporte individual de alto rendimiento se antoja más complicado pues el aspecto físico va de la mano del mental y sólo ante igualdades demasiado claras, la mente le puede al resto.
Es complicado ver una carrera de 400 metros donde a falta de 30 metros alguien pierda por no saber acabar de ganar y sí, más bien, porque su resistencia al lactato le ponga un muro delante. Por eso, concluyo, diciendo que los verdaderos campeones que saben cuando ganar y como ganar no tienen problemas para saber acabar de ganar y 'machacar' deportivamente al rival.
2 comentarios:
Vuelvo a felicitarte por tu blog (aunque basta de flores...) Es interesante lo que planteas... pero he observado que en el alto rendimiento, un problema paralelo a este de "saber acabar de ganar" está el "miedo a ganar". Puede no entrarnos en la cabeza el miedo al éxito, el miedo al triunfo... pero en mi trabajo con deportistas de alto rendimiento, he encontrado claros casos de "fenómenos" que temen convertirse en lo que de algun modo, intuyen ser.
Eso es lo que encaja con lo que tu planteas... Hay muchos deportistas que SI pierden carreras por no creerse capaces de ganar...
Yo voy a discrepar un poquito de Tot, no creo que el factor que determina el hecho de "terminar de ganar" sea el "miedo a ganar" o el "miedo al triunfo", sino más bien todo lo contrario, el MIEDO A PERDER. Llega un momento, cuando alguien está a punto de ganar, que a modo de avispa revolotea por su cabeza la idea de "¿y si pierdo?", se comienzan a jugar puntos o a ejecutar acciones de manera diferente y más conservadora a lo disputado hasta el momento y se deja de disfrutar, pero no por miedo a ganar sino más bien por todo lo contrario, por miedo a perder, precisamente lo que no tiene el que viene desde la derrota, él (o ella) ya lo ha perdido antes, ya no tiene nada que perder, por eso no tiene ese miedo.
En el momento que uno empieza a pensar que puede perder, Pigmalion empieza a hacer de las suyas y...
¿Porqué no ponemos a Pigmalion de nuestra parte y pensamos que vamos a ganar? Y mejor, ¿porqué no nos olvidamos de ganar o de perder, nos olvidamos del resultado y sólo nos centramos en hacer las cosas bien y disfrutar de lo que estamos haciendo? Parafraseando a Tot "en mi trabajo con deportistas de alto rendimiento" cada vez tengo mayor la certeza de que este es el camino, hacerles olvidarse del marcador, del cronómetro, del tanteo, hacerles volver a sentir que disfrutan con lo que hacen porque es lo que más les gusta hacer y... voilá, el resultado llega solo.
Publicar un comentario