Leyendo en un foro deportivo encontré una gran reflexión acerca de por qué hay tanta gente preocupada por si a los de la selección de fútbol les “dejan” ir a la Eurocopa y por qué los medios de comunicación ocupan páginas y horas de información futbolística obviando grandes gestas de otras disciplinas deportivas mucho más importantes que si a algún jugador le han sacado una muela.
Los gustos de los espectáculos es un reflejo de la transformación de la sociedad (como casi todo), a nadie le interesan ya los valores de esfuerzo, superación, compañerismo, búsqueda de la perfección…. que lleva a gente con un mínimo de cultura física a disfrutar y practicar un deporte como el atletismo, la gimnasia deportiva, la natación o el balonmano….
Los valores que priman ahora son tener dinero, mucho dinero, fama, muchos coches, muchas chicas, trabajar poco, emborracharse mucho y esperar que tu trabajo lo haga otro para luego robarle los meritos delante del jefe, y eso lo encarna el fútbol profesional, ¿cómo no va a ser el deporte más seguido por los españoles?Nadie duda que un futbolista de 1ª división es todo lo que le gustaría ser al 99% de los ciudadanos de este país. Pero ahí queda ese 1%, esa minoría de gente que aún cree en nuestros mismos valores, que aún disfruta de conseguir algo por si mismo, que no le gusta que le regalen nada y que cuanto más esfuerzo le cuesta algo, más lo valora, gente que no sueña con la fama y el dinero, gente que sueña con poder trabajar duro en la búsqueda de la excelencia, gente a la que un centímetro más, una décima menos le provocan una satisfacción que el otro 99% no acaba de comprender porque esa mejora no les supone hacerse rico, ser famoso.
Es ese 1%, en el que creo que se encuentran el tipo de gente que a veces se indigna por la atención de los medios al deporte de masas, porque ellos disfrutan y los medios no les dejan hacerlo del espectáculo que supone ver a Michael Phelps perseguir la hazaña de Mark Spitz en Munich´72, un hombre que es el mejor del mundo en lo que hace pero que aún así sigue buscando superarse y alcanzar su sueño de superar al mito, o de Pau Gasol, que con sus mejores estadísticas individuales desde que llego a la NBA se enfada porque su equipo no consigue ganar, que cambiaria todos sus puntos por poder ganar más partidos con su equipo, o esos ciclistas que sólo salen en las noticias cuando hay escándalos y noticias negativas para que cuando consiguen grandes gestas apenas les dediquen unos segundos.
La gente no entiende la motivación de gente como Woods o Federer, los mejores del mundo en sus deportes, multimillonarios, pero que se entrenan aún más duro que sus rivales a pesar de esto.
Es esta minoría la que además valora por igual las gestas de nuestros ídolos con el trabajo que les ha costado conseguirlo, y que son capaces de disfrutar viendo los entrenamientos que estos realizan, eso si es espectáculo, ¿Quién prefiere ver a 22 tíos trotando a 6 minutos el km. Si se puede ver a fondistas españoles haciendo miles a 2´30 recuperando 1´? ¿Ver al típico futbolero levantando la barra vacía para hacer sentadilla o ver a un lanzador hacerlas con 300 kilos? ¿Los futboleros saltando mini-vallas, o Stefan Holm (1,80) pasando con técnica de vallas, vallas más altas que su cabeza y pasando a tijera listones a 2,15?. He escuchado a gente en un campo de fútbol maravillarse porque un defensa cadete llegaba al área con el balón en un saque de banda, ¿esa gente no se maravillaría si viesen a Mikita Nesteryenko (Ukrania, nacido en el 91) lanzar el disco de 1kg a 81 metros? ¿Cuántos de esos devoradores de fútbol han visto en directo volar una jabalina a más de 70 metros? La reflexión es que somos unos afortunados por saber disfrutar de esto, no deberíamos preocuparnos de lo que hace la mayoría, si quieren alabar el fútbol profesional que lo hagan.
Si alguien del fútbol modesto lee esto, que no se sienta identificado, aunque la cultura del fútbol es diferente a todas las demás culturas deportivas. Y en ese fútbol modesto aparece el cáncer del fútbol: los papás y las mamás ansiosos porque su retoño aparezca en la portada del Marca cuanto antes.
Los gustos de los espectáculos es un reflejo de la transformación de la sociedad (como casi todo), a nadie le interesan ya los valores de esfuerzo, superación, compañerismo, búsqueda de la perfección…. que lleva a gente con un mínimo de cultura física a disfrutar y practicar un deporte como el atletismo, la gimnasia deportiva, la natación o el balonmano….
Los valores que priman ahora son tener dinero, mucho dinero, fama, muchos coches, muchas chicas, trabajar poco, emborracharse mucho y esperar que tu trabajo lo haga otro para luego robarle los meritos delante del jefe, y eso lo encarna el fútbol profesional, ¿cómo no va a ser el deporte más seguido por los españoles?Nadie duda que un futbolista de 1ª división es todo lo que le gustaría ser al 99% de los ciudadanos de este país. Pero ahí queda ese 1%, esa minoría de gente que aún cree en nuestros mismos valores, que aún disfruta de conseguir algo por si mismo, que no le gusta que le regalen nada y que cuanto más esfuerzo le cuesta algo, más lo valora, gente que no sueña con la fama y el dinero, gente que sueña con poder trabajar duro en la búsqueda de la excelencia, gente a la que un centímetro más, una décima menos le provocan una satisfacción que el otro 99% no acaba de comprender porque esa mejora no les supone hacerse rico, ser famoso.
Es ese 1%, en el que creo que se encuentran el tipo de gente que a veces se indigna por la atención de los medios al deporte de masas, porque ellos disfrutan y los medios no les dejan hacerlo del espectáculo que supone ver a Michael Phelps perseguir la hazaña de Mark Spitz en Munich´72, un hombre que es el mejor del mundo en lo que hace pero que aún así sigue buscando superarse y alcanzar su sueño de superar al mito, o de Pau Gasol, que con sus mejores estadísticas individuales desde que llego a la NBA se enfada porque su equipo no consigue ganar, que cambiaria todos sus puntos por poder ganar más partidos con su equipo, o esos ciclistas que sólo salen en las noticias cuando hay escándalos y noticias negativas para que cuando consiguen grandes gestas apenas les dediquen unos segundos.
La gente no entiende la motivación de gente como Woods o Federer, los mejores del mundo en sus deportes, multimillonarios, pero que se entrenan aún más duro que sus rivales a pesar de esto.Es esta minoría la que además valora por igual las gestas de nuestros ídolos con el trabajo que les ha costado conseguirlo, y que son capaces de disfrutar viendo los entrenamientos que estos realizan, eso si es espectáculo, ¿Quién prefiere ver a 22 tíos trotando a 6 minutos el km. Si se puede ver a fondistas españoles haciendo miles a 2´30 recuperando 1´? ¿Ver al típico futbolero levantando la barra vacía para hacer sentadilla o ver a un lanzador hacerlas con 300 kilos? ¿Los futboleros saltando mini-vallas, o Stefan Holm (1,80) pasando con técnica de vallas, vallas más altas que su cabeza y pasando a tijera listones a 2,15?. He escuchado a gente en un campo de fútbol maravillarse porque un defensa cadete llegaba al área con el balón en un saque de banda, ¿esa gente no se maravillaría si viesen a Mikita Nesteryenko (Ukrania, nacido en el 91) lanzar el disco de 1kg a 81 metros? ¿Cuántos de esos devoradores de fútbol han visto en directo volar una jabalina a más de 70 metros? La reflexión es que somos unos afortunados por saber disfrutar de esto, no deberíamos preocuparnos de lo que hace la mayoría, si quieren alabar el fútbol profesional que lo hagan.
Si alguien del fútbol modesto lee esto, que no se sienta identificado, aunque la cultura del fútbol es diferente a todas las demás culturas deportivas. Y en ese fútbol modesto aparece el cáncer del fútbol: los papás y las mamás ansiosos porque su retoño aparezca en la portada del Marca cuanto antes.
2 comentarios:
Aunque pueda estar muy de acuerdo con lo que dices no me deja de parecer un tanto simplista, porque si bien es cierto que tiene muchísimo mérito y a mí me resulta un espectáculo ver hacer esas cosas que dices a deportistas que no juegan a fútbol, no es menos cierto que a ver quien de esos podrían hacer con una pelota en los pies lo que hace Ronaldinho o Messi. ¿O acaso la coordinación óculo-pédica ya no tiene importancia para ti? A mí que me encantan esos deportes "minoritarios" al igual que a ti, también me encanta el fútbol profesional y al igual que me molesta que para mucha gente sólo haya fútbol, me molesta que para otra gente haya de todo menos fútbol, casi como reaación envidiosa al mismo.
El futbol es un buen deporte... para ser practicado. Me gusta jugar de vez en cuando (aunque soy mala, mala, con ganas). Pero no me gusta todo lo que hay alrededor.
Me quedo con deportes como la gimnasia o el patinaje artístico, que son mucho más completos al practicarlos, y más bonitos de ver.
Muchas veces, he tenido que tragarme en las noticias de "deportes" el nuevo corte de pelo de Beckam antes que los logros de Gemma Mengual, por ejemplo.
Me ha gustado tu blog
Publicar un comentario