Parecía que habíamos pasado por fin de cuartos. Pero no. Era un simple partidito ante un equipo mediocre, Suecia. El gol de Villa en el descuento enmascara la realidad de una selección que juega a lo que sabe solo cuando le dejan o cuando el rival es flojo. España aun no ha jugado contra nadie del panorama futbolístico europeo competitivo. Suecia y Rusia son dos selecciones que suelen ir de relleno en todas las fases finales -mundiales y europeos-. Y a los suecos se les ha ganado con mucho esfuerzo y suerte. España defiende horriblemente, y menos mal que está Senna que da cierto sentido y equilibrio a un equipo con defensores horribles. Empezando por un Sergio Ramos que tácticamente es horroroso, un Capdevilla que es el lateral izquierdo menos malo de la liga española y unos centrales que en el momento que se enfrentan a delanteros de cierto nivel internacional se les tuercen los tobillos. Le sobró a Ibrahimovic con tocar dos o tres balones, para dejar en vergüenza a Ramos, sonrojar a Marchena, que Puyol se lesionara solito y que Casillas cantara bajo la lluvia. Pero claro, el gol de Villa tapa todas las carencias españolas que cuando nos enfrentemos en cuartos a Italia saldrán a la luz de nuevo.
Hoy he visto el partido más vibrante y más divertido de la Euro hasta ahora. Los turcos y los checos no podían empatar y vaya que lucharon para ello. Cuando a falta de cuarto de hora los checos ganaban por 2-0 no esperaban que la raza y lucha hasta la extenuación de los otomanos, fuera suficiente para remontar un partido y clasificarse para cuartos. Mucho corazón turco y poca cabeza checa. Cech, uno de los grandes metas del campeonato quedó en evidencia ante el punta del Villareal Nihat y condenó a los suyos a la eliminación.
1 comentario:
100% de acuerdo contigo. Metemos un gol en el descuento a ¡¡Suecia!! en un partido malísimo y pensamos que somos campeones del mundo. En fin, que supongo que hay que disfrutar de las cosas pequeñas.
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